Misión en Kumo

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-Sabes, aún no sé muy bien que es lo que piensas hacer aquí. -Naruto escuchó la voz de Matatabi.-

-¿Para mi propio interés? Despejarme un poco. -Contestó, viendo como Kumo aparecía en el horizonte.- ¿Legalmente hablando? Según la misión debo hacer un recuento de los efectivos de Kumo, su nivel ninja, sus técnicas... Básicamente, espiarlos para tener ventaja táctica en una posible guerra.

-Me refería a ti, cachorro. -Naruto se estremeció ante el apodo.- No a las tonterías humanas.

-Bueno, resulta que soy humano, mala suerte.

-¿Qué vas a hacer una vez que llegues? -Saiken habló esta vez, ignorando los suspiros cansados de Matatabi.-

-Creo que intentaré hablar con Gyuki. Killer está en buenos términos contigo, ¿no?

-El susodicho respondió después de unos segundos.- Sí, ¿pero cómo piensas hablar con mi contraparte? ¿Vas a meterte en la cabeza de B así como así? ¿Y luego qué? ¿Decirle que Akatsuki vendrá a por él? No te ofendas chico, pero es una pésima idea.

-Tuviste la suerte de que Gaara era un niño cuando lo conociste, Naruto. -Kokuo habló esta vez.- Pero ahora estamos hablando de un Shinobi entrenado que coopera con su Biju. Además, eres un ninja de una aldea que consideran enemiga, y sobra decir que de verdad estás aquí para espiarles.

-¿Qué proponéis? -Naruto pregunta, mordiéndose el labio.-

-Piensa en lo que tengas que pensar. -Kurama habla.- Y cumple con tu misión. Pero lo que quieras hacer con los Bijus, hazlo desde las sombras.

-A ver cómo me las arreglo para invocar sin llamar la atención.

-Matatabi y Gyuki se miran.- ¿Qué tienes en mente? -Pregunta el segundo.-

-La posición geográfica de Kumo dificulta en gran medida el tipo de invocación. -Naruto se muerde el pulgar.- Además de que no se coordina con los tipos de Biju que actualmente tiene. Uno pensaría que estando tan altos obtendrían más ventaja de un Biju que en realidad pueda volar, pero no. Que Kumo posea el Nibi y el Hachibi, ambos Bijus completamente terrestres, me descuadra. Si poseyera al Nanabi invocaría a algún dragón, pero al no serlo, pasar desapercibido es difícil.

-¿Por qué no invocar a algún dragón sin alas? -Chomei pregunta.-

-Porque en ese caso se dificulta el donde esconderse. Si volase, simplemente subiría a los picos más altos y ya, pero al no hacerlo, no puedo pedirle que este subiendo y bajando montañas constantemente.

-¿Por qué no poner a vigilar a algún Pegaso o a algún fénix? No son tan físicos como los dragones, pero son poderosos y cumplen la misión perfectamente. -Isobu pregunta.-

-Naruto lo piensa un momento.- No es mala idea. -Suspira.- Solo espero que Akatsuki no venga en un tiempo.

-No es probable, fracasaron en su último intento de obtener al Nibi. Un ataque en un tiempo cercano es imprudente. -Kurama observa.-

-Ojalá tengas razón.

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-Repíteme otra vez lo que tengo que hacer. -El caballo alado preguntó, mirando a su invocador con una cara de pocos amigos.-

-Naruto suspiró.- Vigilar al Nibi.

-Ajá. ¿Y por qué demonios me has invocado a mí en vez de a algún dragón? No es nuestro trabajo hacer de niñeras de tus mascotas.

-Naruto escuchó a Son gruñir en su cabeza.- Porque los dragones no pasan desapercibidos aquí, Sero. Además, tu trabajo será el que yo te ordene, no el que tú elijas. Sabes muy bien por qué estamos haciendo esto. -Frunció el ceño.-

Soy... ¿Un DeMOniO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora