Soy... ¿Un DeMOniO?

¿Sigue vivo?

-¡Rápido! -Una voz amortiguada sonó.- ¡No podemos perder el tiempo, pueden morir! -Volvió a gritar.- 

-¿Qué hacemos con él? -Preguntó una voz femenina, señalando un cuerpo en una camilla.- 

-¡Llévalo a la UCI inmediatamente! -La figura se giró a un rubia, instándola a que continuara con las órdenes.-

-¡Estabilizadlo y luego procederemos con la cirugía! -Levantó un brazo señalando  a la sala de operaciones.- ¡Y limpiad toda esa sangre, puede entorpecer el trabajo!

-¿Dónde llevamos a los otros dos? -Una voz, esta vez masculina, preguntó.-

-No están tan severamente dañados como él. Llevad al chico a la sala de operaciones, a la chica con unos cuidados leves bastará, todas sus heridas han sido curadas con anterioridad. -Ordenó, explicando a su vez su decisión.-

-Entendido, Tsunade-sama. -Respondió el doctor.-

-¡Tsunade! -Una voz gritó irrumpiendo en el hospital, que probablemente era ahora el lugar más inestable de toda Konoha.-

-Minato. -La rubia Sannin se giró hacia el susodicho.-

-¡¿Cómo están?! -Gritó Kushina, al lado de Minato ahora. Este último lucía bastante enfadado.-

-Aún no los hemos tratado. -Responde, girándose a ver a los médicos, que estaban entrando con las camillas a sus respectivas áreas.-

-¿Morirán? -Preguntó el rubio, apretando los puños.-

-No. -Contestó tajante.- No dejaré que lo hagan. 

-Me alegra escuchar eso. -Kushina suspira, colocando su mano derecha en el corazón.- ¿Y bien? -Dice, girándose hacia su esposo.- ¿Qué piensas hacer?

-Los exámenes Chunnin quedarán suspendidos por el momento. -Responde.- Se juzgará el paso a la siguiente ronda en función de su desempeño, cuán cerca estaban de la torre, la cantidad de enemigos derrotados o la posesión de los pergaminos.

-¿Qué pasa con Orochimaru? -Pregunta la Sannin.-

-De momento ha sido encarcelado. -Se gira a verla.-

-¿Sin más? -Pregunta sorprendida.- ¡Escapará!

-No. Está demasiado herido para hacerlo. Naruto le ha dado una buena paliza. -La última frase la dice con orgullo.- Además, ese dragón lo está vigilando.

-Un dragón ¿eh? -Kushina sonríe levemente.- 

-Escena retrospectiva.-

El Hokage se encontraba en su oficina a la vez que los exámenes se desarrollaban. Firmaba el papeleo, el cual se había incrementado durante estos y daba algunas órdenes para su correcto funcionamiento de vez en cuando. Claro, todo esto, hasta que su asistente abrió su puerta corriendo.

-¿Qué pasa? -Minato pregunta rápidamente al ver al hombre jadear.-

-Minato-sama. En el techo. -Dice con carrerilla.-

-¿Qué pasa en el techo? -Minato parecía confundido.-

-Creo que es mejor que lo veas tú mismo, sensei. -La voz de Kakashi suena de repente, tan monótona como siempre.-

El Yondaime, confuso por lo misterioso de la situación, y tentado a reírse por lo absurdo, salió corriendo del edificio rojo. Y hubiese mandado a todos a volver a su trabajo si no fuera porque la masa roja, que hasta hace un momento creía que era parte del edificio por su color, comenzó a moverse.

Lo siguiente que supo fue que tenía un dragón 5 veces más grande que él enfrente. Con un Orochimaru inconsciente en su cola.

-¿Tú eres el Hokage? -La voz imponente del reptil hizo estremecer a los ninjas presentes, que habían acudido en caso de amenaza.-