"Tus crímenes serán pagados por esa mujer"
El horror era claro en sus ojos aún cuando estaba lejos de aquel horrible hombre, esperaba lo peor de el sinceramente, arrugada la suave tela de la almohada que tenía en manos, era horrible, ¡Era horrible! , odiaba su mirada, sus ojos, sus manos tocado su rostro de manera agresiva y lasciva, era totalmente asqueroso, siempre espero casarse con alguien que le de un amor incondicional y le de un trato igual, odiaba la idea de compartir futuro con ese hombre, esperaba algo mejor de un duque de alto rango y cercano a los reyes, no un cerdo bastardo, la garganta de Charlotte ardía cuál fogata buscando calentar, quería gritar, gritar el nombre de su caballero de armadura azul para que la salvará de ese inmundo hombre que la llevará lejos.
¿ Es tanto pedir que en vez de ese bastardo le den algo bueno?.
Las venas se llegaban a marcar en sus delgadas y blancas manos, su rostro estaba rojo de rabia, nunca en su vida mortal había odiado tanto la compañía de alguien, solo imaginar que tendría de compartir lecho con el, tener hijos con el, tener de estar embarazada de el, todo eso de solo imaginarlo lograba que su estómago se revolviera en una mezcla de sentimientos entre cólera y frustración.
No tardo en llorar, las lágrimas de impotencia caían a galones, no dudaba que podía competir con el reino de su príncipe, oh dulce Jesús, como deseaba que solo fuera un mal sueño del cuál despertaba con el beso de la deidad amaba.
Pero era real.
Pasaba sus uñas con salvajismo sobre la pobre almohada, como una bestia con rabia, las lágrimas seguían cayéndose de sus grandes ojos, mojando su rostro e su cama, estaba totalmente despeinada que parecía que fuera una mujer caída en locura, cuando logró calmarse a medias, viendo la ventana.
Su pecho subía y bajaba por la falta de aire, sus ojos llorosos se clavaron en la ventana, esperando que Poseidón apareciera convertido en esa pequeña y adorable ave e se convirtiera en ese hombre alto que con un simple abrazo le brindaba la más pura de las proyecciones de amor que tendría en su vida, esperando esas palabras en sus encuentros desde que conoce su identidad.
"Te amo", "Yo te cuidaré", "Daría mi vida por ti".
Unas de tantas palabras que le susurraba mientras daba caricias suaves en su piel, como deseaba que el estuviera ahí para decirle esas palabras tan dulce como la miel, darle su afecto y amor, un amor en el que no dudaba, aceptaba que amaba a la deidad de los mares y océanos, esperaba que el mérgulo atlántico que era la forma que tomaba su príncipe para visitarla, rompiendo en un desesperado llanto al ver que no había indicios de la deidad, quería saltar por la ventana y buscarlo en la costa, a esta hora el debería estar con ella, pero no ¿Acaso de pronto el mundo estaba en su contra?, sabía bien que seguro había alguien pasándola peor pero ¿Y que? si bien es egoísta solo pensar en su bien ahora pero era lo mejor, no quería ser un bonito adorno de ese hombre quería ser la esposa de aquella bella deidad que atesora, siempre la respetaba como mujer y le daba dulce tacto.
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🅜🅔🅡🅜🅐🅘🅓 🅗🅤🅝🅣🅘🅝🅖 ★Poseidón ★
Fanfiction> Siglos atrás, una joven vivía en un pueblo a orillas de la antigua grecia, desde siglos que aquel bastó imperio cayó, igual que sus dioses. Aquellos que en el panteón griego eran tan venerados, ahora solo alaban a un solo Dios. Tuvo un bello pero...