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Siglos atrás, una joven vivía en un pueblo a orillas de la antigua grecia, desde siglos que aquel bastó imperio cayó, igual que sus dioses. Aquellos que en el panteón griego eran tan venerados, ahora solo alaban a un solo Dios. Tuvo un bello pero...
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"Rey del mar"
Viendo su carruaje frente a el, se dispuso de subir a este con cuidado para no perturbar a Charlotte quien se encontraba aún consciente con la cabeza pegada a su pecho, sus ojos tan oscuros como la profundidades del mar dónde el reinaba, se veían cansados y con ojeras, inclusive en ese estado deplorable se veía hermosa.
- Deberías dormir, a dónde nos vamos esta algo lejos - Susurro con el mayor tacto del mundo –A su manera –, algo que sólo ella podría escuchar era alguien totalmente diferente con ella, Charlotte solo subió un poco su cabeza.
- Padre y madre volverán mañana alrededor de medio día, no creó que los sirvientes por orden del duque quieran entrar a mi habitación - Susurro de forma aun audible para la deidad.
- Entonces podrías dormir un poco en mi hogar, debes descansar y debemos tratar tus heridas, ese hombre merecía que lo torturara mil veces peor que si lo hubiera echo algún demonio - Habló algo áspero aún viendo el rostro más tranquilo de su humana, quien tomó con fragilidad e con ambas manos el pálido rostro de Poseidón.
- Tranquilo, ya pasó - Charlotte a pesar de acabar de pasar algo tortuoso para cualquiera se veía tranquila al ver que la deidad si la fue a salvar, aveces los humanos son, algo arriesgados al perdonar rápido.
La deidad miró a los ojos de forma que ambas miradas se conectaban, no dijo en absoluto nada solo acercó su rostro a la cabeza de la doncella, besando su frente.
Charlotte sonrió.
Tras el pequeño acto de afecto entre ambos, la deidad tomó con una mano la soga que ataba a sus caballos a el carruaje digno de un dios, del más noble de las deidades, así, dirigiéndose a su palacio.
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Hera desde lo más alto del Olimpo observo toda la escena entre los tortolitos, sin duda Poseidón se ah vuelto muy estúpido al no notar que la Reina de los dioses lo estaba observando, su plan salió a la perfección totalmente, sabía que si ponía en peligro a la humana de su hermano, el reaccionaria a el atacante con la muerte instantánea, puesto el no dejaría que otro dios que no sea el toque a su "mujer", menos un humano, actuaba como un león hembra protegiendo a sus crías, el daño físico y tal vez mental que el duque causó en la humana hizo que Poseidón no se deshacía del cuerpo de el duque por tratar médicamente a la chica algo que Hera festejo pues hizo más fácil su plan simplemente Poseidón...
