—E-Estás loco. —Billy empujó al hombre con todas fuerzas y se alejó de él, escabulléndose a como pudo.
Observó por un segundo su comunicador sobre la mesa y pensó en pedir ayuda. Regresó su vista a Black Adam y él también colocó su vista en los objetos sobre la mesa, solo para regresarla, casi al instante, al más joven.
Ambos se miraron por cinco largos segundos hasta que Billy decidió moverse, no había dado ni dos pasos cuando el comunicador desapareció de la mesa.
—¿Qué es esto? —preguntó Adam, jugando con el aparato en sus manos y dándole una mirada de triunfo a Billy, quien no supo que contestar.
—Nada. —contestó débilmente, por supuesto, Adam no creyó esa mentira, pero por las dudas, destruyó el aparato, apretándolo con su puño. Billy vio con horror como caían las piezas al suelo, un quejido salió de sus labios y miró con temor al hombre frente a él.
Adam estaba bastante satisfecho, no sabía con exactitud qué era ese aparato, pero si el chico lo quería tanto, debía servir para comunicarse.
Aunque, ver la expresión de Billy lo hizo enojar. Por lo general, observar como sus enemigos perdían la esperanza y suplicaban por su vida era algo que lo llenaba de bastante orgullo, sin embargo, en ese momento, detestaba como el chico le daba esa mirada con miedo.
Billy vio disimuladamente la puerta de su cuarto y pensó en la ventana que daba a las escaleras de emergencia, la cual era la mejor manera de escapar en ese momento. En una situación normal solo se transformaría en Shazam, pero había personas viviendo en el edificio y no quería que salieran lastimadas por empezar una pelea. Así que debía limitarse a encontrar el modo de salir de ahí.
Clavó su vista en Adam y retrocedió unos pasos cuando este comenzó a aproximarse, de nuevo, a él.
—No te me acerques. —balbuceó dando otros pasos hacia atrás, Adam no se detuvo hasta que tomó el brazo del chico y lo acercó a él.
—No tienes de que preocuparte, no te haré daño. —había usado un tono tan dulce que, extrañamente, consiguió tranquilizar a Billy solo con esa frase.
Ambos se miraban y Billy no pudo evitar sonrojarse, pues el mayor le sonreía tan tiernamente que le hacía recordar lo que había pasado horas atrás. Pero, incluso así, se soltó del agarre de Adam y se alejó unos pocos pasos.
—Yo... No entiendo qué es a lo que te refieres. —dijo, recordando la respuesta que le había dado Adam con respecto a su objetivo al estar ahí.
—Acompáñame a Kahndaq —se arrodilló frente al chico y tomó sus manos con fuerza, no quería que se volviera a soltar—. Estaremos juntos ahí.
Billy no estaba seguro de lo que estaba escuchando, forcejaba intentando librarse del agarre de Adam, pero era imposible, jamás lograría ganarle a alguien con super fuerza.
—Esto... yo no puedo, e-es imposible para mí. —murmuró, estaba algo incómodo por el modo en que el hombre estaba arrodillado frente a él, sintiendo un cosquilleo por todo su cuerpo, ya ni siquiera recordaba que iba a intentar escapar, se quedó totalmente atrapado en esa conversación.
No podía creer lo que estaba escuchando, lo que le estuviera proponiendo. No podía irse, pero no sabía cómo negarse.
Adam soltó una de las manos de Billy y acarició su mejilla dulcemente, esta acción tomó desprevenido al chico, quien clavó su mirada nerviosa en el mayor, recibiendo una cálida sonrisa a cambio.
—Piénsalo, te darás cuenta que estar conmigo es la opción correcta. Pero, de momento, Kahndaq no es muy seguro ahora, hay muchas guerras internas, debo solucionar varios problemas —aquel radical cambio de tema desconcertó al joven. Adam se puso y de pie y, finalmente, soltó al otro—. Vendré por ti cuando todo este mejor.
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Decisiones (Black Adam x Billy)
FanfictionDespués de vencer nuevamente al malvado doctor Sivana y que este prometiera volver con un plan que sin duda lo destruiría, Billy no esperaba gran cosa, ya lo vencería, como siempre hacía. Sin embargo, nunca se esperó que regresaría a la vida al anti...