Decisiones (Black Adam x Billy)

Capítulo 6

Al escuchar la voz de ese hombre saludarlo, Billy supo de inmediato que se trataba del doctor Sivana.

—Mhp hmm... —el chico no era capaz de articular palabra alguna, tenía miles de preguntas y, conociendo a su enemigo, estaba seguro que las contestaría muy orgulloso. Pero, ahora, se encontraba extrañamente callado, lo único que escuchó fue una leve risa proveniente del asiento delantero.

Quien estaba a su lado amarró sus manos con una cuerda y no le quitó la mano de encima del hombro en todo el camino. No podía ver nada, solo sentía el auto moverse y un olor putrefacto que inundaba sus fosas nasales. 

Se estaba comenzando a marear.

Después de lo que le pareció una hora, el auto se detuvo y la misma cosa que lo había inmovilizado y llevado al carro, lo sacó, cargándolo como un costal. Obviamente, Billy luchó con todas sus fuerzas para que lo soltaran, pero lo que sea que lo llevara era extremadamente fuerte. 

Con sus manos, pudo sentir el áspero pelaje de la criatura, aunque no estaba del todo seguro, pensó que podría ser un gorila o algo así, pero no tenía sentido, ¿por qué habría un gorila ayudando a Sivana?

No recordaba que en su arsenal de habilidades estuviera el de encantador de animales.

El ambiente se sintió distinto, empezó a escuchar el ruido de máquinas, los típicos de... laboratorios.

Ya se imaginaba donde estaba sin necesidad de verlo, debía tratarse de algún laboratorio escondido del doctor Sivana.

Lo bajaron, aunque no muy delicadamente, y sentaron en una silla, quitando la cuerda de sus muñecas, pero manteniendo sus extremidades sujetas para que no intentase escapar. Finalmente, la tela fue retirada de sus ojos, ya podía ver donde se encontraba.

Como ya sospechaba, estaba en un laboratorio, sin embargo, las paredes estaban bastante deterioradas, el metal tenía un poco de óxido y la iluminación dejaba mucho que desear. Aun así, el material, los instrumentos de trabajo y el equipo se veían bien, posiblemente el mismo Sivana los hubiera fabricado o traído de un verdadero laboratorio.

El joven observó que frente a él había una larga mesa, con varios trozos de aparatos electrónicos, cables y algunas herramientas para construir, pero lo que resaltaba de todo eso era una piedra roja brillosa, solo la distinguió por el brillo pues era bastante pequeña, como una tapa de bolígrafo.

El doctor Sivana salió de entre las sombras cargando en sus manos un especie de corona de metal. Todavía tenía unos cables salidos, así que Billy asumió que se trataba de un nuevo proyecto de Sivana.

El científico se sentó en un taburete frente a la mesa y comenzó a trabajar en la corona que llevaba. Billy observó al hombre frente a él, se encontraba ansioso por saber lo que planeaba Sivana, le sorprendía que no haya intentado matarlo, aún.

—Hace unos meses —la voz de Sivana captó la atención de Billy—, me encontré con un extraño aliado, él era un conocedor sorprendente de tus poderes. Cuando me gané su confianza, accedió a decírmelo todo, después de eso no fue difícil deducir quién eras. —una sonrisa se formó en sus labios y miró con satisfacción al joven, se le veía bastante orgulloso de sí mismo.

Billy hizo un pequeño gruñido de molestia y Sivana rio levemente por esto.

—Debo admitir que me sorprendió bastante. Escuché la historia completa y aun así no puedo creer que el todo poderoso mago le diera sus poderes a un jovencito. —volvió a reír. Billy rodó los ojos, ya había escuchado ese comentario demasiadas veces y como no podía hablar, se limitó a mirar con fastidio a su enemigo. Al notar la mirada de Billy, Sivana lo miró de regreso, pero se encontraba calmado, solo mostrando una chispa de interés por el joven que había secuestrado.