Epílogo

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Había algo que estaba molestando a Billy desde hace tiempo.

Exactamente dos meses atrás, una pareja se presentó porque la mujer decía que su esposo le era infiel y este lo negaba. Para probar si era cierto, Adam tuvo la idea de hacer una fiesta donde ambos estarían en diferentes secciones del castillo y luego de un rato, comprobaron que el hombre le estaba siendo infiel, pero también la chica se puso a coquetear con otro y ambos terminaron haciendo el amor con otras personas.

Adam se enojó mucho con esos dos por hacerlo perder su tiempo, pero ambos intentaron justificarse diciendo que era un acto involuntario y que si querían acostarse con alguien solo lo hacían. La mujer intentó decir que lo hizo para vengarse de su esposo, que esa fue la única vez que lo hizo.

Y, a pesar de que todos hablaron de eso, nadie supo cómo terminó.

Pero eso no le importaba a Billy, pues debido a esto se dio cuenta de un hecho importante. 

Que, él y Adam, no lo habían hecho.

Se besaban, dormían en la misma cama, comían juntos, vaya, pasaban casi todo el día juntos. Y, durante casi un año, nunca se le pasó por la cabeza aquella actividad.

No es como que quisiera hacerlo, o tal vez sí quería. Se sentía muy confundido al respecto, tenía curiosidad por cómo sucedía y... por cómo se veía Adam.

Durante el primer mes intentaba no pensar en eso, solo le llegaba la idea, pero durante el segundo mes, las palabras de la pareja se repetían en su mente una y otra vez.

Si se acostaban con otra persona solo porque querían, ¿significaba que Adam no quería hacerlo con él? Y si era un acto involuntario, ¿entonces Adam no lo sentía para nada? No es que él mismo no haya pensado en eso, ya tenía dieciocho recién cumplidos y desde hace pocos meses había empezado a sentirse raro cuando estaba con Adam. 

Durante los primeros meses que empezó a vivir en Kahndaq, todavía se encontraba algo tímido y nervioso al estar solas con el gobernante del país, pero no fue hasta que conoció a esa pareja que se puso a pensar en qué significaban esos sentimientos, los cuales se intensificaban cada día que pasaba junto a Adam.

Y, durante las últimas dos semanas, cuando dormía con Adam, no podía dejar de pensar en esos escenarios. No tenía nada de experiencia ni ninguna referencia, por lo que no eran más que instintos e ideas suyas, pero incluso sus sueños le daban ese recordatorio una y otra vez, por eso, cuando despertaba, sentía una molestia en sus partes más íntimas y, en general, tenía un extraño sentimiento por todo su cuerpo. Cosa que lo hacía sentir avergonzado y ansioso.

Es por eso que, durante la última semana, intentó evitar a Adam lo más que podía. No le dirigía la mirada, se retiraba a hacer cualquier cosa cuando acababa de comer, inventaba excusas para irse, en la noche se iba a dormir antes de que el otro regresara de sus labores y se iba de la habitación antes de que despertase.

Aun así, esos pensamientos seguían presentes y su deseo aumentaba cada día que pasaba.

Al punto en que ya no lo pudo aguantar más.


...


Esa noche, Billy finalmente se decidió a hablar con Adam, estaba muy nervioso al respecto, no había tenido una conversación como tal con él desde hace una semana y ahora se preguntaba si el mayor no estaría enojado con él por evitarlo.

Sentía su cuerpo temblar debido al nerviosismo, pero estaba decidido a saber lo que el otro pensaba, tenía entendido que era de vital importancia.

Decisiones (Black Adam x Billy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora