Decisiones (Black Adam x Billy)

Capítulo 4

Para el doctor Sivana, Black Adam había sido una gran decepción, no entendía el por qué un asesino tan reconocido en el pasado había desistido de matar a Shazam. Tal vez era porque no lo odiaba suficiente o simplemente no tenía razones para hacerlo.

No comprendía para nada el comportamiento de ese hombre, pero si él no mataba a Shazam, entonces se pondría manos a la obra él mismo.

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—¡¿Por qué pensaste que decirle tu identidad a alguien que intentó asesinarte era buena idea?! Espera, ese no es el único problema, ¡¿por qué pensaste que enfrentarlo sin tus poderes era una buena idea?!

Cyborg llevaba horas regañando a Billy, estaban en la mesa principal del Salón de la Justicia y todo el camino de ida había estado así. A pesar de los reclamos del chico, Cyborg seguía molesto, muy preocupado por lo que le pudo pasar de no haber aparecido él.

En cuanto a Billy, este no estaba prestando mucha atención, solo se le quedaba viendo, observando como iba de un lado a otro, diciendo todo lo que estuvo mal en ese plan. Realmente se estaba cansando de ser regañado por todos. Él sabía perfectamente lo que había hecho y los riesgos que había corrido, sabía que ese era el mejor modo que tenía para convencer a Black Adam de desistir, sin embargo...

Su mente repetía una y otra vez el momento en que Adam besó su mano, las juntó con las de él, el beso en la mejilla... No había entendido para nada a qué había venido todo eso y dijo que se volverían a ver, pero, ¿cuándo? ¿dónde? Ahora que sabía su identidad, realmente podría aparecer en cualquier lugar en cualquier momento.

Tal vez no había sido su más brillante idea decirle su nombre, pero en el momento ni siquiera se le pasó por la cabeza a quién se lo decía, solo... lo hizo y ya.

Cuando dejó de escuchar la voz de Cyborg de fondo, el cerebro de Billy lo regresó a la realidad de golpe, notando que le hizo una pregunta, la cual no había escuchado.

—Yo... —ni bien abrió la boca para contestar cualquier cosa, las puertas de metal se deslizaron, dejando ver al Detective Marciano con una tablet en sus manos.

—Oh, me disculpo, creí que ya había acabado. —dijo observando a ambos jóvenes.

—Lo siento J'onn, ¿escuchaste todo? —se disculpó Cyborg mientras Billy observaba la conversación con aburrimiento.

—Gran parte, sí —murmuró, apagando la tablet y posando su vista en el más joven—. Tuviste un comportamiento bastante descuidado e irresponsable —Billy estaba por protestar pero J'onn levantó una mano—, sin embargo, me alegra de que todo saliera bien.

Billy miró a Cyborg con una sonrisa triunfante y este rodó los ojos, tenía un semblante molesto, pero esa cara cambió a una preocupada.

—Oye, se que salió bien hoy, pero ese tipo está quién sabe dónde y sabe quién eres, no has terminado con esto. 

Billy miró a ambos adultos, sabiendo que estaban de acuerdo en eso, así que suspiró y se puso de pie.

—Sí sí, lo sé, tendré cuidado y les avisaré si necesito ayuda, ¿está bien?

—Más te vale hacerlo. —respondió Cyborg, Billy se despidió de ambos y se dirigió a su casa, solo quería regresar y dormir.

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Poco antes de entrar a su apartamento, Billy escuchó que la puerta del departamento de enfrente se abría, revelando la figura de una anciana.