- Las nuevas amenazas están dispuestas a romper los muros del Tártaro para ser liberadas y será misión de la nueva princesa detenerlas antes de que la oscuridad consuma a su madre y todo el mundo esté perdido.
(+) gracias a @BlodyWhite por la portad...
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Los invitados se sorprendieron de ver después de tanto tiempo a la hija de Apolo visitar el Olimpo; todos quedaron fascinados ante su belleza, y es que su -ahora- cabello rizado y naranja era atractivo para cualquiera que tuviese ojos y un poco de sentido común.
Aria y Demos sonrieron cuando recibieron la cálida bienvenida de los demás, la bella mujer quiso encontrar entre todos a su mejor amiga y solo le tomó unos segundos hacerlo, el rostro de Mina expresaba muchas cosas menos alegría y por supuesto, le dolió.
Mina se disculpó con quienes la acompañaban y antes de que Aria pudiese acercarse a su hija, emprendió un rápido recorrido hasta la pelinaranja.
— Mina.
— Aria.
Ambas se saludaron en cuanto se tuvieron frente a frente, a diferencia de otros reencuentros, este era mucho más distante. Aria fingió una sonrisa e introdujo a su acompañante.
—Él es Demos. — Señaló al muchacho que intentó no verse incómodo ante la seria expresión que Mina mantenía. — Me pidió que lo acompañara hoy.
— Es un honor conocerla, Mina, solo escucho maravillas de ti.
— Lo mismo digo. Esperamos escuchar su música, tengo grandes expectativas.— Realmente no deseaba verse como una maleducada, pero necesitaba sacar a Aria de allí antes de que su hija diese el primer paso.
— Por supuesto. He preparado unas cuantas para el cumpleaños de la pequeña Tzuyu.
Mina miró la expresión de Aria y... nada, su amiga permanecía tranquila.
— Muchas gracias. —Finalizó. —Ahora, quisiera robarme unos minutos a tu acompañante. ¿Aria?
—Te sigo.
— Cómo negarme. - Dijo él. - Iré en busca de mi madre.
— Ella está junto a NaYeon, mi esposa. No tardarás en encontrarlas.
— Muchas gracias. Fue un placer conocerte.
— Lo mismo digo.
Las formalidades acabaron y las dos mujeres se dieron media vuelta mientras el varón se hacía campo entre los invitados y buscaba a Selene.
En cuanto la fiesta quedó atrás, Mina miró a su mejor amiga seriamente.
— ¿Hice mal en venir? — Preguntó Aria.
—Sabes que siempre eres bienvenida, este es tu hogar.
— Tu expresión me dice otra cosa, ¿es que te molesta que yo esté aquí, Mina?
La japonesa apretó los labios y pareció que movía su cabeza en negación, sin embargo, no fue muy claro para Aria.
— ¿Te da miedo que conozca a Tzuyu? ¿Que ella descubra quién es en realidad y te culpe por alejarla de mí durante dieciocho años?