BABY, COME WITH ME - SPAINRP/INFAMES

I Love Your Taste - Volkacio

— ¡Viktor Volkov! — Exclamó el cresta ingresando furibundo por la puerta encontrándose al ruso semi recostado en su cama.

— ¡¿Qué pasa?! — Preguntó exaltado por la entrada inesperada del dueño de la casa en la habitación.

— ¿Se puede saber por qué mis agentes no dejan de decir que se sienten deliciosos y no sé qué mierdas más? — Gruñó parándose con los brazos cruzados, bloqueando la visión de la película que hasta un momento captaba la atención de su compañero.

— ...¿Ricos?

— ¡Lo que sea! Somos agentes del FBI Viktor, no podemos ir por ahí cantando y-

— Vamos Horacio, no exageres — Restó importancia acercándose al amargado director — Está bien que los chicos se rían un rato. Anímate hombre, ¿Cómo amanecimos hoy? — Bromeó incorporándose de la cama para atraer al federal de la cintura.

— N-No sé — Respondió tajante tratando de mantener la seriedad con la que había ingresado.

— Rico, sabroso, delicioso... — Cantó suavemente hasta que el moreno esbozó una sonrisa que hizo latir con fuerza su corazón.

— ¿Y tú cómo te sientes hoy? — Preguntó con gracia al verse contagiado del buen humor del ruso.

— Pues yo me siento mamable — Respondió.

— Así que te sientes mamable — Ronroneó rodeando su cintura con los brazos en un abrazo — Uhmm ¿entonces debería hacer algo al respecto?

— Suena bien — Murmuró entendiendo el doble sentido de la interrogante.

— ¿No quieres tomar una ducha y comprobamos si de verdad estás chupable, mamable y rico?

— Vale, pero luego te daré de cenar — Respondió el ruso juguetón quitándose su camiseta.

— ¿La cena del otro día? — Recordó imitando el actuar del otro al deshacerse de sus prendas hasta quedar desnudo.

— Si, pero esta vez no te dejaré en el hospital — Lo acompañó con las risas.

Ambos hombres se acercaron el uno al otro para besarse. Primero delicado, sintiendo sus bocas y el calor del cuerpo que habían extrañado durante el día. Horacio suspiró al sentir las frías manos del mayor recorrer la longitud de su espalda, llevó las suyas a su fino rostro, delineando la barba ya algo abundante por los días sin afeitar.

Fueron retrocediendo paso a paso hasta llegar a la pared cercana a la puerta del baño donde se separaron agitados. De la mano ambos ingresaron y sin perder el tiempo se adentraron en la ducha.

Volkov cerró la puerta de vidrio a su detrás mientras Horacio se encargaba de temperar el agua. Una vez listo, tomó la esponja de baño junto con el jabón y humedeció estos restregándolos juntos hasta formar una buena capa de espuma. Luego, dejó de lado la barra y llevó con delicadeza sus manos hasta los hombros del más bajo, iniciando así un jabonoso masaje en sus hombros y nuca. El director del FBI por su parte, se dedicó a aplicar shampoo en los plateados cabellos, estrujando con cuidado de que no cayera en sus ojos.

Tomó otro poco de jabón para ahora centrar su atención en los costados de su cuerpo, realizó un lento masaje con sus pulgares en su espalda baja y volvió a subir delineando su columna vertebral y volver a bajar hasta llegar una vez más a su cintura, aquella parte de su cuerpo tan bien formada que cualquiera podría envidiar o desear de igual forma.

— Joder — Exhaló el de cresta contra la boca contraria. Sus cuerpos habían adoptado una sentida cercanía para evitar el chorro de agua y poder asearse.