BABY, COME WITH ME - SPAINRP/INFAMES

Reminiscencia - Volkacio

Estás solo... y lo sabes perfectamente.

Vives en una mentira constante

Pensando que tienes una vida increíble, que has encontrado el amor...

Que tienes amistad...

Pero realmente... estás sólo Horacio

...¿O no es así?

Abre los ojos de golpe, un mareo repentino lo azora durante un momento obligándole a cerrar los ojos hasta dejar pasar la sensación. En su letargo, recuerdos vagos del vívido sueño que lo llevó a una odisea de experiencias tormentosas lo asaltan con fuerza.

No llora, de alguna manera las lágrimas que soltó en sus sueños son imposibles de exteriorizar ahora que ha despertado y tiene que enfrentarse al mundo real.

Pero está listo, no se siente de esa forma. Prefiere seguir en aquel estado de obnubilación donde se ve obligado a enfrentar sus peores miedos. Prefiere revivir una y otra vez aquel sentimiento de culpa que lo lleva acarreando a lo largo de estos años, prefiere eso a tener que enfrentar la realidad y continuar exponiendo a la gente que ama a constantes peligros, de disfrutar una vida llena de lujos a costa de cientos de cadáveres colgando de su espalda... de amar, de vivir sabiendo que muchos de los suyos no tuvieron la misma oportunidad, que pudieron haber sido felices si sus caminos nunca se hubiesen cruzado.

Horacio es consciente de que ese sería el camino más fácil, pero también el más injusto de tomar. Abandonarse a la oscuridad de su mente no es una opción, no por la memoria de quienes se fueron, no ahora que sabe lo importante que puede llegar a ser para muchos... sobre todo una persona.

La mano de Volkov pasa por su abdomen desnudo y desde ese punto tira de él para apegarse pecho con espalda. Horacio cierra los ojos, y se enfoca en la calidez de su abrazo y los besos que recorren la piel de sus hombros y cuello. Viktor sabe que está despierto, lo ha notado por el compás irregular de su respiración.

—¿Qué hora es? —pregunta luego de un rato, su voz aunque baja suena rasposa producto del sueño.

Sin esperar respuesta gira y abraza al mayor buscando un poco de su calor y mayor comodidad. Enreda sus piernas con las suyas, la piel de Volkov está tibia, todo lo contrario a él que despertó con una fina capa de sudor frío. Agradece que el ruso acostumbre dormir sin camiseta, la cercanía y el contacto con su piel le genera una tranquilidad que no podría experimentar con nadie más.

—мой маленький (mi pequeño) ... son las dos de la mañana —susurra Volkov, que al tenerlo de frente afianza el agarre en la cintura de Horacio y no se resiste a dejar un par de besos en su frente—, aún queda mucho para que amanezca, trata de descansar un poco más.

Aunque Horacio quisiera hacer caso a su consejo, la dulzura en la voz de Volkov altera su sistema nervioso, tiñe sus mejillas de carmesí y alborota a las mariposas en su vientre. Es increíble lo mucho que ha cambiado, para bien, por supuesto. En esencia sigue siendo el mismo Volkov, sólo que ahora no teme mostrar ciertas facetas que yacían escondidas en su interior, aquellas que vuelven loco a Horacio y sacan su lado más tímido e inexperto.

—Y tú... ¿Por qué estás despierto? —Horacio acaricia con su diestra la quijada del ruso. Aquella expresión de preocupación yace latente desde esta mañana, cuando le contó sobre su sueño.

Después de aquello, el día pasó como cualquier otro, Horacio atendió y encontró solución a los asuntos que con tanta urgencia lo citaron en la sede. Volkov por su parte, no se despegó en ningún momento de él. Desde el último altercado con el caso del asesino en serie, el director llevaba unos días complicados, optando por tomarse un descanso del patrullaje y ocuparse del papeleo del trabajo desde casa.