BABY, COME WITH ME - SPAINRP/INFAMES

Play with me - Volkacio

— H y V abandonaremos el área luego de cerrar, lleven la evidencia y empiecen a hacer el papeleo correspondiente. — Informó por radio — 10-4.

Horacio masticaba una barra de chocolate que había sacado de la máquina expendedora abierta durante el registro del local. Observó como su compañero daba indicaciones a los demás agentes, Viktor se veía tan sexy... Sus músculos tensos al tomar la radio, su porte, su voz, todo él era más que encantador para sus ojos.

Tragó lentamente, de repente se sintió muy acalorado, el dulzor captado por sus papilas gustativas más los recuerdos de lo que hicieron hace tan solo dos noches atrás llegaron a su cuerpo en un escalofrío placentero.

— Horacio creo que terminamos por hoy, podemos ir cerrando. — Dijo Volkov acercándose a la barra donde yacía apoyado.

— ¿Tan pronto?

— Si... Es una lástima. Disfruté mucho de esa tarde cuando vinimos a jugar aquí. — Respondió mirando aquellas máquinas donde había jugado con el cresta el día de su regreso a la ciudad.

Ignorando la mirada añorante del mayor y aprovechando la privacidad que les proporcionaba el lugar, el moreno se colgó de su cuello y de un suave tirón lo atrajo para juntar sus rostros. Viktor por inercia tomó su cintura con ambas manos, ahora dando el cien por ciento de su atención a su compañero, se quedaron en esa misma posición, tan solo mirándose a los ojos y sintiendo el aliento del contrario.

Horacio rió por la cara embobada y el ligero sonrojo que tenía el ex-comisario con su cercanía. Le resultaba cómico cómo ese hombre podía ser tan vergonzoso para esas cosas, pero en la cama resultaba ser todo lo contrario.

Aquella noche lo había dejado por demás, sorprendido.

— Ey Vik, ¿Qué tal si lo hacemos aquí? — Sugirió meloso dejando un beso en la comisura de su boca.

— ¿A-Aquí?

— Ya no hay nadie, las cámaras están incautadas... ¿No tienes ganas? Porque yo me muero porque me dejes otra vez como ese día.

Volkov buscó los ojos del federal en caso de que estuviese bromeando, más para su sorpresa no hubo rastro de humor en su mirada, al contrario, encontró un brillo que lo hizo estremecer de una forma problemática. ¿De verdad quería hacerlo ahora? Recién le habían dado de alta por la mañana, al menos que esa crema que usó fuera milagrosa dudaba que lo que sea que le haya hecho cuando se acostaron sanara en un día.

— No lo sé Horacio...

— ¡Oh vamos no seas miedoso! — Animó.

— No lo digo por eso — Observó al contrario quitarse su chaleco. — Lo digo porque fuiste al hospital en la mañana y el día de ayer ni siquiera asististe al trabajo.

— ¡No fui porque me dejaste molido! — Rodó los ojos comprobando que su radio estuviese apagada. — Y lo del hospital fue broma, tenía programado un chequeo general porque... ya sabes — Intentó ocultar su sonrojo dándole la espalda. — quiero que estemos bien...

El ruso no pudo evitar sonrojarse a la par entendiendo a lo que se refería. Horacio había madurado mucho y cada vez se sorprendía más de lo cuidadoso que era el hombre con cada aspecto de su vida. Realmente no se había puesto a pensar en la salud sexual de ambos cuando tuvieron sexo, es más, si Horacio no le hubiese dado el condón él ni se habría acordado de aquello.

— Gracias — Susurró rodeándolo con sus brazos y dejando un beso en su coronilla. — Yo también me haré una cita.

— Vale — Sonrió ante el gesto cariñoso del mayor.