La voz de Crystal resonó por todo el dormitorio despertándonos a todas. Todo fue normal; nos levantamos, algunas fueron al baño y otras empezaron a vestirse, yo me puse mi uniforme antes de ir al baño ya que siempre me entraba frío al despertar. Una vez terminé de hacer mis necesidades me formé en la fila de salida, en cuanto llegaron las demás por fin pudimos salir a desayunar. En cuanto llegamos al comedor me encontré como siempre a Derek, el cuál me esperaba para empezar a desayunar. A veces era tan tierno.
-Buenos días mi copito de nieve.- se burló de mí. Me senté a su lado.
-Callate vagabundo.- me burlé yo usando el 'apodo' que le puso Caleb.
-Eso duele, pero tu eres más vagabunda que yo.- contratacó y yo me llevé una mano al pecho.
-¿Cómo osas plebello? Duele.- me hice la ofendida.
Acabamos los dos riéndonos para después empezar a comer.
Me serví una taza de café bien caliente y con mucha leche y azúcar, aunque solía tomar mucho café no me gustaba lo amargo. También cojí un cruasan... ¿c-croisan? ¿Crusan? Como se llamase.
Ví como Derek solo cogía una manzana mientras yo empezaba a comer mi bollo con mantequilla.-¿Solo comerás eso?- pregunté mientras masticaba.
-No tengo mucha hambre hoy, y no hables con la boca llena.- me reprendió.
-Pero si tú siempre desayunas un montón.- comenté ignorando su petición.
Dí otro mordísco al bollito mientras observaba como Derek me miraba mal. Su mirada se relajó de un momento a otro y ví como se acercaba a mí cara lentamente.
Me quedé petrificada, ni si quiera sabía que había pasado hasta que sentí su dedo pulgar en la comisura de mi boca para después llevárselo a la boca. Tardé unos segundos en reaccionar.
-Tenías croissant en los labios, te dije que no hablaras con la boca llena boba.- se rió volviendo a comer su manzana.
Mis mejillas estaban rojas.
El resto del desayuno transcurrió normal. Y pasé el resto de la mañana de un lado a otro junto a Caleb.
Lord Dimitrescu no apareció en toda la mañana ni en la comida, pero le había dicho a Caleb que me vigilara. Así que al acabar la comida, Caleb y yo estuvimos caminando hacia la sala del piano que según me había dicho el pelirrojo se llamaba auditorio.
Había insistido mucho en que quería enseñarme un libro que, según él, era como el libro de su nacimiento. Como el típico libro de infancia, me estuvo contando muchas cosas.
-Ha-haber si lo he entendido...- empecé a hablar un tanto shockeada.- Vosotros tres sois... ¿Muertos vivientes?- Caleb se rió.
-No Eva, bueno en parte sí. Morímos hace mucho y con la ayuda de Madre Miranda nuestro padre nos trajo de vuelta.- me corrigió. -La única desventaja es que somos medio moscas.
-Pensé que por arte de magia podíais convertiros en moscas.- admití.
-Las moscas se comieron nuestra carne y gracias a Madre Miranda esas moscas se adhirieron a nosotros convirtiéndonos en lo que somos ahora.-
Tardé unos minutos en procesar todo, le miré.
-Pero... Dijiste que moristeis hace tiempo... ¿Y Lord Dimitrescu?- pregunté.
-Mi padre... Digamos que tenía algo que no era bueno para él y Madre Miranda le ayudó.- rodé los ojos.
-¡Nunca me dices nada de él Caleb! Y no te ofendas pero me da más curiosidad él que tu y tus hermanos.- le dije. Ví como guardaba el libro.
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Lord Dimitrescu
FanfictionHistoria basada en Resident Evil 8 Village. Evangelyne nunca fue una chica bienvenida en el pueblo, nada especial salvo por un detalle apreciado en su aspecto. Cuando la llaman para trabajar en el Castillo Dimitrescu irá descubriendo que, no solo lo...