💫CAPÍTULO 2💫

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Después de caminar unos cuantos minutos, llegamos a la entrada del castillo. Las puertas estaban abiertas y al entrar se cerraron tras nosotros, todos estabamos nerviosos.
La chica se puso delante de nosotros y habló.

-Ahora os enseñaré los dormitorios, estan separados por sexos así que nadie se debe preocupar por eso. Seguidme todos por favor.-

Caminamos a traves de elegantes pasillos muy decorados con cuadros enormes y decoraciones victorianas, cada que avanzábamos los pasillos y salones que veiamos se iban tornando menos lujosos hasta llegar a un pasillo sin salida con dos puertas.

-A la derecha están los dormitorios de las mujeres y a la izquierdalos dormitorios de los hombres. Elegid cama y arcón; habrá un uniforme encima de la cama, poneoslo y estar bien preparados para dentro de diez minutos, vendré a buscaros.-

Acto seguido la chica se fue por donde habíamos venido, cada persona entró a su respectivo dormitorio, el de las mujeres era de tamano mediano y había unas diez camas separadas entre ellas con un arcón cada una enfrente de esta, supongo que es para guardar nuestras cosas. Elegí una cama alejada del resto ya que no tenía muchas ganas de soportar más insultos, que hubiera hecho un amigo no significaba que todos los de allí fueran a tratarme mejor que en el pueblo. Guardé mis cosas bien colocadas en el arcón y cogí el uniforme decidida a echarle un vistazo antes de ponermelo.

Era un uniforme sencillo, negro y blanco, se trataba de un vestido sencillo con volantes en el cuello y muñecas ceñido a la cintura con un delantal negro encima también ceñido a la cintura. El uniforme incluía medias a elegir blancas o negras un poco transparentes y unos tacones bajos de unos cuatro o cinco centímetros, también negros. Bastante sencillo y con estilo victoriano. Me lo puse sintiendo unas pocas miradas en mi, las ignoré. Una vez lista me rehice la trenza para que estuviera realmente bien peinada y no solo aceptable, y nos pusimos todas en la puerta a esperar a la chica de antes.

Poco después la chica abrió la puerta.

-¿Todas listas?- nos echó un vistazo rápido. -Venga tenemos que darnos prisa.-

Salimos del dormitorio común en fila y descubrimos a los chicos esperándonos también con uniforme negro y blanco, no voy a pararme a analizarlo, solo diré que era muy parecido al nuestro pero con pantalones y zapatos.
Seguimos a la chica en orden hasta lo que parecia un salón principal, tenía una escalera curvada a un lado y una chimenea al otro, una pequeña mesita y unos cuantos sofás pequeños también. Muy ordenado todo.

Nos hizo ponernos en fila separados por sexos, mirándonos de frente los unos a los otros y se paró a observarnos.

-Ahora vais a conocer al Lord Dimitrescu y a sus hijos, no se os ocurra mediar palabra y tampoco los observeis de frente jamás, siempre mirad hacia abajo en su presencia a menos que os ordenen lo contrario. Ahora simplemente mirad al frente mientras os dan la bienvenida, os explicarán las normas básicas y algunos lugares prohibidos para nosotros los sirvientes. Mostraros tranquilos, no os harán nada a menos que les desobedezcais.- Fue hablando mientras ordenaba algunas cosas que ella consideraba desperfectas en nuestra vestimenta o peinado.

Una vez que le pareció suficiente y había dejado de hablar, nos echó un último vistazo y se apartó poniéndose en fila también al lado de las mujeres.
Unos segundos después de estar en completo silencio se abrieron las puertas principales, entraron tres chicos que por el sonido de sus voces debían tener entre veinte y veinticinco años.
Parecían divertidos y bromeaban entre ellos.

Se pasearon enfrente de nosotros y fue entonces cuando pude observar cómo eran.
Eran altos, rondarían el 1,90cm u 1,80cm; vestían exactamente lo mismo: Unos pantalones negros y zapatos negros, llevaban capas con capucha negras con encaje en los bordes y no llevaban camiseta, dejando al aire unos torsos atléticos y bien formados.
Los tres eran muy atractivos y parecían musculosos, aunque no mucho solo lo necesario, parecían trillizos ya que tenían casi la misma cara. No pude verlos de cerca pero parecían diferenciarse por el color y tipo del pelo, ya que a pesar de ser casi iguales uno tenía el pelo negro, otro era rubio y el tercero era pelirrojo oscuro.

Lord DimitrescuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora