⚔️CAPÍTULO 11⚔️

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-¿Qué?- sin esperar la duda surgió de mí.

Sentí un sudor frío bajar por mi espalda, ¿qué acababa de decir?

Mis ojos recorrieron a todos los presentes, las miradas de Abell y Daniel eran de diversión y excitación, Caleb buscaba tranquilizarme con su mirada y Lord Dimitrescu... Realmente me miraba como un juguete aunque juré ver un poco de... ¿preocupación? Debo haberlo imaginado, si se preocupase por lo que me pudiese pasar, no me habría servido a sus hijos y por supuesto tampoco me usaría de conejillo de indias para su maldita caza familiar.

-Exacto Evangelyne, pero no temas, hay un par de reglas especiales para hoy.- explicó el Lord. -Además de las reglas que ya he explicado, esta vez hay premio para el ganador. Evangelyne, esta noche morirás.

-¿¡Qué!?- solté asustada, sin darme cuenta di unos pasos hacia atrás, pero la mano del Lord se colocó detrás de mí.

-Si, podrás morir hoy, pero solo bajo unas circunstancias especiales. Para poder ganar y matarte, tendremos que perseguirte y traerte de vuelta a estas puertas, si alguien te mata antes de llegar a las puertas será castigado.- dio unas miradas a sus hijos en modo de advertencia, luego volvió a mirarme a mí. -Sin embargo, si recibirás arañazos, cortes, lo que ellos decidan hacerte si te cogen. Pero no te preocupes, solo morirás si tú lo decides. Puedes salvarte solo si recoges las tres piedras rojas que se encuentran en algún punto de este bosque y me las traes de vuelta.

Observé atentamente los ojos dorados del hombre que tengo delante, ¿cómo se supone que debo hacer eso?

-P-pero... No creo poder...- tartamudeé.

Había comenzado a sudar de los nervios, sentía mis rodillas flojas y además juraría estar oyendo el retumbar de mi corazón asustado. Los ojos que observaba obtuvieron un tono aburrido y decepcionado.

-Bueno, si no puedes hacerlo, morirás. Tu decides Evangelyne, es tú decisión morir o no esta noche.-

Dio una palmada alta, luego miró a sus hijos quienes esperaban instrucciones muy atentos.

-Hijos míos, siento no poder unirme a esta cacería, pero espero que en cambio os lo paséis de lo mejor que podáis. Divertíos y espero que lo hagáis muy bien. Sea cual sea el resultado, estaré orgulloso de vosotros.- habló acariciando la cara de Abell con cariño.

-No te preocupes padre, no será muy complicado.- habló Daniel sonriendo en mi dirección.

No era una sonrisa agradable realmente.

-Estoy seguro que podréis lograrlo mis pequeños.- admitió el Lord.

Echó una última mirada en su dirección y luego se plantó delante mío y se arrodilló.

-Evangelyne, siento tener que hacer esto, pero no me has dejado más opción. Es culpa tuya que esto esté ocurriendo, no has sido una buena mascota ¿sabes?- levantó una mano agarrándome de la cara. Intenté que me soltara, pero no pude. -Si consigues sobre vivir esta vez, te daré una recompensa y quién sabe, igual cumpla realmente lo de no romperte.

Mis ojos se abrieron de golpe, se levantó un poco y besó mi frente con cuidado, tragué duro. ¿Cómo sobreviviré a esto? Eché una mirada nerviosa a Caleb quien me susurró un 'recuerda lo que hablamos' y yo asentí. Su plan no era el más complicado del mundo pero... No conté con tener que evadir a dos monstruos y correr por mi vida.

-Bien mis niños, preparaos. Evangelyne, tendrás cinco minutos para adentrarte en el bosque, después de esos cinco minutos haré sonar mi campana para hacer saber a todos que mis preciosos bebes van a por ti.- explicó enseñándome la campana.

Lord DimitrescuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora