"Corre, corre. La voz volvió a sonar dentro de mi cabeza.
La oscuridad no me dejaba ver, el frío calándome en los huesos, el vestido goteando en mis piernas. Los gritos de los hermanos detrás de mí.
Corre, corre. Más rápido. Tienes que sobrevivir.
El río delante de mí, aunque me congelara era mi única salida, debía meterme dentro. Pero entonces sus hoces se clavan en mis piernas, caigo al suelo, mi barbilla contra la nieve. Mis manos clavándose en la tierra, buscando agarrarse a algo, los hermanos tirando de mí.
Se acabó."
Abrí mis ojos de golpe, incorporándome en la cama. Mi respiración irregular, observé rápidamente a mi alrededor encontrándome con los aposentos del Lord. La luz del sol entrando por las grandes ventanas, el ambiente tranquilo.
Suspiré, estoy viva. Ayer lo conseguí.
Me tiré de vuelta a la almohada mirando el techo, anoche fue una completa pesadilla. No recuerdo mucho después de entregarle las piedras a Lord Dimitrescu, solo sus brazos envolviéndome pero después de eso no recuerdo como llegué hasta aquí. Mi cuerpo me duele, quito las sábanas dejando mi cuerpo desnudo expuesto, no hay sangre ni suciedad. Puede que no recuerde mucho, pero sé con certeza que no me duché, eso lo recordaría. Comprobé todo, estoy llena de vendas donde estaban mis heridas, no veo ningún cambio más. Me siento al borde de la cama, intento levantarme pero no lo consigo a la primera, vuelvo a intentar y esta vez lo logro. Agarrándome a uno de los postes de las esquinas de la cama me dirijo al tocador, con cuidado me siento en la butaca y me observo al espejo.
Mi cara está llena de heridas y cortes, algunas vendas pegadas por aquí y por allá, no es muy sorprendente. Lo que me sorprendió fue mi cabello. Normalmente mi cabello suelto me llegaba por debajo de los pies, me arrastraba. Después de anoche, me llega más o menos por las rodillas, tal vez por los muslos. Duele, nunca me he cortado el cabello desde que era niña, solo las puntas para que creciera fuerte y sano. Tener que haberlo cortado por una circunstancia que yo no provoqué... Siento como si me hubieran arrebatado mi libertad de elección. De todas formas mi cabello tardará en crecer de nuevo.
Con un suspiro comencé a hacer mi trenza de siempre, cuando terminé me contemplé en el espejo, mi trenza estaba más corta pero al menos no lo corté aún más. Debo admitir que debería arreglarme el pelo, puesto que cuando te cortas el cabello cuando estás desesperada no piensas en cómo lo haces, tengo partes del cabello más largas que otras. Ya lo arreglaré, ahora mismo no estoy de humor como para cortarlo más, aunque sea para dejarlo bonito de nuevo. Mientras contemplaba mi cuerpo revisando cada una de las vendas la puerta del baño se abrió dejando ver al Lord con una toalla a la cadera.
Nos quedamos por unos segundos mirándonos a los ojos entonces recordé que estaba desnuda y tuve el reflejo de cubrirme, pero... ¿De qué serviría? Simplemente me levanté, entrelacé mis manos y las puse delante de mi.
-Buenos días MyLord, ¿necesita algo?- pregunté con una pequeña sonrisa.
Me contempló entera y luego una sonrisa burlona apareció en su rostro. Se dirigió hacia mi y para mi sorpresa me cogió entre sus brazos para... ¿llevarme a la cama?
-Pequeña, por más que ame verte de esa manera deberías descansar.- rió.
Me dejó tumbada en la cómoda cama mientras se dirigía al tocador para peinarse, le observo asombrada. ¿Qué le pasa? Ayer prácticamente mandó matarme y ahora... ¿Me cuida? Me volví a levantar y me quedé mirando en su dirección, terminó de arreglarse el pelo y se giró. Al verme levantada se asombró pero fingió no hacerlo, se quitó la toalla dejándome contemplar su cuerpo desnudo, entonces sí aparté la vista avergonzada. Oí su risa y con una mueca me senté de nuevo cogiendo las sábanas para taparme, ¿en qué había pensado? Ayer me creía invencible por haber sobrevivido a esa pesadilla, tenía en mente sobrevivir y demostrar que soy digna de lo que sea, pero... Sigo viva y mi vida continua, sigo siendo suya. Debería aceptarlo, superarlo, solo fueron locuras de un hombre con poder y aburrimiento, le demostré lo que valía y él a cambio me permitió continuar sirviéndole.
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Lord Dimitrescu
FanfictionHistoria basada en Resident Evil 8 Village. Evangelyne nunca fue una chica bienvenida en el pueblo, nada especial salvo por un detalle apreciado en su aspecto. Cuando la llaman para trabajar en el Castillo Dimitrescu irá descubriendo que, no solo lo...