001

5.3K 700 614
                                    

Al día siguiente Bennett había amanecido totalmente motivado, se alistó y se apresuró en salir, debía encontrar a Aether antes de que se fuera de aventuras de nuevo y no pudiera encontrarlo, además si iba a buscarlo luego podría causarle algún mal con su mala suerte.

Una vez salió de la casa se encaminó a paso rápido hasta el gremio de aventureros, tenía planeado preguntar allí por el caballero honorario de Mondstadt, pero no hizo falta al llegar se encontró con Aether y Paimon hablando animadamente mientras se dirigían a las afueras de la ciudad.

-¡Aether!-Se apresuró en llamar su atención mientras corría hacía el nombrado, quien al escuchar su nombre se detuvo en su lugar.

-Hey Bennett, ¿Cómo estás? Creí que Barbara te había dicho que descansaras, luego de lo de ayer aún deben doler tus heridas.-El peliblanco sonrió, Aether siempre se preocupaba por él, y si la ocasión lo ameritaba estaba seguro de que lo defendería de quien fuera.

-No te preocupes, me siento mucho mejor.-Respondió con una sonrisa en su rostro.-Quería hablar contigo...-Contestó un poco nervioso.

El mayor lo miró alzando una ceja intrigado.

-Claro, ¿De qué querías hablar?-

-¿Quieres ir de aventuras con nosotros de nuevo?-Se apresuró Paimon en preguntar.

-No, no es nada de eso... yo...-Hizo una pausa para pensar bien lo que preguntaría.-¿Has estado en el Reino de los lobos últimamente?-

El rubio pareció pensar su respuesta, pero su querida hada parlante se le adelanto.

-Paimon recuerda que estuvimos allí con Barbara buscando ganchos lobo hace unos días.-Aether asintió ante aquella respuesta.

-¿Y no vieron a nadie más ahí?-

-Mm si, vimos a un hombre que estaba persiguiendo a Barbara, ya sabes... uno de sus fans.-Explicó el caballero.

-¿No viste ningún niño ni nada?-Insistió un poco más el ojiverde.

-No.-Respondió seguro Aether.-¿Por qué? ¿Viste a alguien ahí?-

Bennett estuvo a punto de contestar pero una voz femenina a lo lejos llamando al caballero honorario lo detuvo. Y una Amber totalmente agitada se hizo presente.

-Aether, que bueno verte, necesito mostrarte algo.-Habló mientras recobraba el aire, pero ni siquiera dejó que el rubio llegara a despedirse de Bennett que ya lo estaba arrastrando hacia dentro de Mondstadt de nuevo, el menor solo rio y se dedicó a encaminarse hasta el Reino de los lobos.

Era verdad que en el día anterior en el camino de regreso a Mondstadt Aether se la pasó sermoneándolo con lo peligroso que es ese lugar de noche, tan peligroso que casi nadie se atrevía a ingresar a ese lugar de noche, y él estaba entre esas personas.

Pero ahí estaba Bennett, de camino hasta aquel lugar, al menos esta vez era de día, y se aseguraría de regresar a su casa antes de que anocheciera. Para su suerte sus padres habían estado de aventuras el día anterior y aún no habían regresado por lo que no se enteraron de lo que le había ocurrido.

Un sermón menos, pensó.

Observaba el camino atentamente cosa de no volver a perderse, iba entusiasmado, esperaba encontrarse con aquel muchacho de nuevo.  Quería agradecerle por haberlo salvado la noche anterior por lo que en su mochila, la cual cargaba en su espalda, traía un gran filete que cocinaría él mismo como muestra de agradecimiento.

Luego de un rato de larga caminata al fin llegó al Reino de los lobos. El lugar era tranquilo y brillante pero a medida que te adentrabas en él podías encontrarte con decenas de arboles partidos al medio, o simplemente caídos.

Rannett | wolf friendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora