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Razor llevaba horas y horas corriendo sin rumbo alguno en realidad, su mirada estaba perdida en el horizonte mientras que sus pensamientos eran ocupados por las palabras de aquellas dos personas de Mondstadt que no habían parado de molestarlo y hacerlo sentir mal.

Al no prestar atención a su camino acabó en medio de espina dragón con bastante frío, a decir verdad su ropa no era la más adecuada para la condición climática de aquel lugar. Llevó sus manos hacía sus brazos para proporcionarse algo de calor, el frío lo estaba consumiendo poco a poco.

Se maldijo así mismo por haberse distraído tanto y no mirar por donde iba, si, su idea principal era huir lo más lejos posible y que no pudieran encontrarlo, pero no tenía idea de como había llegado a ese lugar, y mucho menos como salir.

Y para completar su mala suerte acabó topándose con un gran grupo de Hilichurls y Samachurls que solo lograron sacarle unas cuantas heridas, y vencerlos le costó bastante de su escasa energía, necesitaba encontrar una fuente de calor pronto o moriría congelado.

...

Aether y Barbara intentaron seguirle el paso a Bennett, no querían dejarlo solo en un momento así, pero era plena madrugada y ambos jóvenes estaban cansados, todo lo contrario sucedía con el ojiverde quien parecía tener toda la energía del mundo aún cuando ya habían recorrido la mayor parte de aguaclara y mitad de el Reino de los Lobos.

Caminaba tranquilo mientras gritaba su nombre, ¿No podía haberse ido muy lejos verdad? Barbara admiraba el lugar intranquila, la noche era oscura y aquel lugar aterrador, había estado allí varias veces, la mayor parte de ellas de día, y la única vez que había acabado allí de noche había sido la primera vez que Razor y Bennett se conocieron. Con algo de miedo se mantuvo cerca del caballero honorario quien a pesar de estar cansado mantenía el paso regular y se mostraba alerta a cualquier peligro.

Acabaron por llegar a una zona despejada, las paredes de piedra del lugar estaban llenas de dibujos extraños, los tres jóvenes se adentraron aquel lugar y de repente un voz se hizo presente.

-¿Quién hoza perturbar la paz?-Aquella extrañaba voz sonaba molesta.

-Emm, lo siento, no queríamos molestar.-Se atrevió a responder el viajero.-Solo estamos buscando a un amigo, ¿De casualidad a visto a Razor?-Preguntó esperanzado.

-¿Razor? Hace tiempo que fue echado del Reino de los Lobos, ahora váyanse y dejen de perturbar la paz y aterrar a los demás lobos, Razor no está aquí.-Respondió la voz.

De mala gana suspiraron y se despidieron de la extrañaba voz para retomar camino y seguir buscando al peligris, necesitaban encontrarlo a toda costa. 

Caminaron hasta el viñedo el amanecer, al llegar casualmente se encontraron con Diluc quien parecía concentrado en sus asuntos, pero poco le importó a los tres jóvenes aventureros quienes de inmediato se acercaron al pelirrojo.

-Diluc buenos días, disculpa a interrupción, pero ¿De casualidad tu o alguien del viñedo vio a un niño de nuestra altura, peligris, pasar por aquí?-Preguntó Aether adelantándose a Bennett.

El de visión pyro frente suyo pareció pensarlo.-Creo haber escuchado alguna de las trabajadoras hablar de un niño que pasó corriendo, si no mal entendí se dirigía a Espina Dragón.-Respondió el mayor.

Los tres amigos se miraron preocupados, y Bennett sin dudarlo dio media vuelta y emprendió camino, el rubio de inmediato agradeció y se despidió de Diluc siguiendo a Barbara y Bennett.

-¡Espera Bennett!-Llamó el caballero honorario.-Llevamos horas caminando sin parar, salimos de noche, y estamos rozando el medio día, tanto tu como Barbara y yo necesitamos un descanso, ninguno durmió y mucho menos probó un bocado desde ayer.-

Rannett | wolf friendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora