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Bennett seguía sin poder creer las palabras de Barbara, ¿Él? ¿Enamorado? Imposible. Bueno tampoco estaba tan seguro, nunca antes había estado enamorado. 

Ya había vuelto a su casa luego de hablar con Barbara, pero seguía dandole vueltas a ese tema, él no estaba enamorado, seguro todo tenía alguna otra explicación, por ejemplo, las "mariposas en su estomago" podrían se indigestión, si seguramente era eso, y el rubor, tal vez solo se debía a que tenía calor.

Asintiendo a todo lo que su cabeza le decía bajó hasta la sala donde se encontró con algunos de sus padres quienes parecían estar jugando a las cartas.

-Hey Benny, ven acompañanos.-Sugirió uno de los mayores, el nombrado asintió y tomó lugar al lado de éste.

-Cuentanos pequeño, ¿Hay algo que te moleste?-Preguntó uno de sus padres, Bennett suspiró.

Tal vez podría hablar con ellos, al fin y al cabo eran personas mayores que ya habían vivido su primer amor, e incluso algunos estaban casados y otros simplemente habían enviudado.

-¿Qué se siente estar enamorado?-Preguntó el menor admirando sus pies como si fueran la cosa más interesante del mundo, pero la  verdad es que no se atrevía a mirar a sus mayores, los cuales sonrieron cómplices.

La charla prosiguió explicando lo que cada uno sintió al estar enamorado, lo que hicieron para cortejar a su amada, y los viudos no se olvidaron de soltar un "cuanto la extraño". Bennett suspiró, cada una de las cosas que sus padres habían descrito era como se sentía él, entonces quizás solo le faltaba aceptarlo.

Él estaba enamorado.

-Benny, ¿Quién es la afortunada mujer de la que te has enamorado?-El nombrado alzó la mirada.

Mujer.

Una mueca se instaló en su rostro.

¿Por qué todos preguntaban por una mujer?

A caso...

¿Era extraño estar enamorado de un hombre? ¿Por qué todo el mundo esperaba que fuera una mujer?

Bennett le dirigió una mirada al mayor a su lado y por fin habló.-¿Podemos hablar a solas?-No era el padre con el que tenía más confianza ni nada por el estilo, pero si aquello era algo malo, prefería que solo uno fuera conocedor de aquella información una sola persona, para no hacer aquello aún más grande.

El anciano asintió y juntos se levantaron de sus asientos y se encaminaron hacía el pequeño patio, tomaron lugar en un banco y Bennett meditó sus palabras, no quería dar muchas vueltas, pero no sabía por donde comenzar, ni como darse a entender y eso lograba frustrarlo.

-Todos preguntan por una afortunada... pero me preguntaba... ¿Sería algo extraño si fuera un "afortunado"? Quiero decir... si fuera un chico-Mordía su labio impaciente, su mirada clavada en el piso, sin atreverse a mirar a su mayor.

-¿Qué quieres decir Bennett?-Preguntó el hombre levantándose de su asiento para enfrentarse cara a cara con el de visión pyro.-¿Estas tratando de decir que en realidad te gusta.... un hombre?-

Lentamente alzó la mirada, abrió los ojos y respondió.-Si.-Y la cara de horror del mayor en frente suyo no lo tranquilizó para nada.

-Estas confundido.-Soltó el mayor, Bennett le devolvió la mirada.

-¿Confundido?-Repitió.

-Si, eso es, estas confundido, no te gusta un hombre, lo entendiste mal.-Trataba de darle una explicación coherente el adulto mientras su cabeza maquinaba mil posibilidades.

Rannett | wolf friendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora