"Doble Rojo"
Presente...
Edad de Dahana y Tania: 22 años
La noche era presente en Melien, desde lo alto las luces de los autos y las casas resaltaba como si fueran pequeñas estrellas adheridas al suelo, era invierno y la nieve caía sobre los tejados de las viviendas tiñendo el paisaje a blanco, hacía frío, el clima era fresco y estaba acompañado de suaves oleadas de aire que hacían danzar los cabellos de las dos jóvenes que se mantenían alerta desde la azotea de uno de los edificios más altos del lugar.
Las sombras eran un buen camuflaje que les permitía a ambas mantenerse ocultas de todos los ojos que pudieran verlas de casualidad o a propósito.
Dahana se mantenía seria, su semblante dejaba en claro que estaba lista para afrontar aquel nuevo desafío que se le presentaba, vestía un traje negro que no llegaba a cubrirla totalmente del frío, las botas de cuero que llevaba estaban enterradas en la nieve, sus manos eran protegidas por finos guantes de seda blanca y su garganta estaba rodeada por una bufanda color púrpura con hilos dorados, su melena rizada caía libre, su mechón blanco resaltaba congeniando a la perfección con el panorama de invierno.
Tania en cambio mostraba una cara risueña, era obvio que aquello le divertía, normalmente se tomaba a juego todo y en esta ocasión no iba a ser diferente, aunque no descuidaría a Dahana, siempre la tenía en la mira en caso de que llegase a ser necesario ayudarla. Las mejillas de la joven estaban rosadas por el frío ambiente, su cabello estaba recogido en dos coletas altas, ella a diferencia de Dahana vestía más al estilo veraniego, llevaba una sudadera negra con estampados de anime y sus piernas se mantenían expuestas debido a que el short de mezclilla casi no le cubría. En sus manos habían vendas que ya eran un complemento del diario, sus muslos y tobillos igual se mantenían vendados, usaba unas botas cortas color rojo brillante y unas medias a rayas blancas y negras que le llegaban más abajo de la rodilla.
Ambas jóvenes estaban esperando, con los ojos atentos a cualquier movimiento sospechoso y los oídos ocupados en escuchar al otro lado del auricular que portaban para cuando Charlotte les diera la orden.
-Hace frío...- Dahana tembló, aún no entendía como su pareja podía vestir tan casual en aquellas condiciones.
Tania chasqueó la lengua y rodeó el cuerpo de Dahana con un campo de fuerza aislándola del clima.
-¿Mejor?-
-No era necesario.-
-Dijiste que tenías frío.- Tania hizo aparecer su bate y comenzó a juguetear con él, eso era una muestra de que estaba ansiosa, Dahana había pasado mucho tiempo con su compañera y sabía que cada vez que jugueteaba con algún objeto estaba ansiosa porque algo continuase.
-Gracias.-
-No hay de que.-
-¿Tú no tienes frío?- Preguntó Dahana, llevaban un buen rato esperando y hasta ahora se habían mantenido en completo silencio, hablar era agradable.
-Puedo sobrevivir.- Tania arrugó la nariz, era verdad que tenía las piernas casi congeladas pero si usaba pantalón sentía que la tela limitaba sus movimientos y eso no le agradaba.
-No quiero que te enfermes.-
-Estaré bien.- Tania miró a su pareja. -Y si no, tú vas a cuidarme, ¿verdad?-
-Razón no te falta.-
"-Hey tortolitas...-" La conocida voz de Charlotte resonó al otro lado del auricular. "-¿Están en posición?-"
-Solo esperamos la señal.- Tania que hasta ahora se había mantenido en cunclillas se levantó.
Hubo un pequeño intervalo de silencio en el que solo se escuchó el ruido que hacía Charlotte al teclear algo, luego su voz volvió dándole a las jóvenes la señal que habían entado esperando.
"-Adelante, R despejó el camino.-"
Dahana intercambió miradas con Tania.
-¿Lista?- Tania rompió el escudo que mantenía sobre su compañera y se acercó al borde del edifico preparándose para caer.
Dahana bufó y se colocó a un lado de Tania.
-Nací lista idiota.-
-Mmm.- Tania le acomodó el paracaídas a Dahana asegurándose de que todo estuviera en orden. -Entonces demuéstrame una vez más de que estás hecha.-
Dahana le sonrió a su pareja antes de acariciarle con suavidad y ternura sus mejillas, Tania se dejó mimar unos segundos, en ocasiones a Dahana le recordaba a un gatito consentido que solo buscaba cariño, cariño y más cariño.
Sin poder evitarlo la chica rio.
-¿Qué es lo gracioso?-
-Tú.- Dahana se acercó más a su pareja. -Tú eres los gracioso...-
-Interesante...- Tania sonrió de medio lado. -Cuéntame más...-
-No, ya hay que irnos.-
-Bien.- Tania estaba por saltar cuando Dahana la tomó del brazo.
-Espera, todavía no...-
-¿Y ahora qu...?-
Tania se vio interrumpida por el repentino beso por parte de Dahana, las muestras de afecto por parte de ambas eran algo común, pero siempre tenían algo mágico para Tania quien no dudó en corresponderle a su pareja. Los labios de ambas estaban helados por el ambiente pero al entrar en contacto con los contrarios fueron tomando calor, Tania siempre había adorado la boca de su pareja, era suave y mortalmente peligrosa. Si algo describía a la perfección los labios de Dahana era el fuego, había un dicho que decía que si no juegas con fuego morirás de frío pero Tania sentía que en ese momento no hacía más que arder.
Cuando ambas se separaron un par de sonrisas se habían instalado en sus labios que momentos antes habían estado unidos como si fueran uno. Dahana hizo un pequeño gesto de felicidad y Tania le regaló un beso en la frente antes de separarse.
-Ahora sí.- Dahana tomó la mano de su pareja. -Ya podemos saltar.-
-Si lo que querías era un beso pudiste haberme dicho.-
-Así es más divertido.-
-Idiota...-Tania apretó la mano de su compañera.
Dahana se encogió de hombros.
-No tanto como tú.-
Luego ambas dieron un paso fuera y cayeron.
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ND Una danza de asesinas
Teen Fiction"-Ella solo te está ocupando, así que, déjame ofrecerte un trato... Trabaja para mí y todos tus crímenes serán perdonados, no solo tendrás la protección de la UESI sino también la mía.- -Ajá... ¿Yo para qué mierda quiero trabajar para una mocosa mim...