-¿Es necesario que vaya así?- Tania observó su reflejo en el espejo de la habitación de Dahana e hizo una mueca, odiaba todo lo que llevaba puesto y no iba a disimular su desagrado. -Todo esto es muy...-
-¿Ostentoso? ¿Elegante?- Sugirió Dahana mientras hacía desastres con sus zapatos intentando dar con el par que necesitaba.
-Iba a decir horripilante.- Tania volvió a ajustarse el saco que llevaba. -Vamos a un funeral, ¿por qué hay que vestirnos como si fuéramos a una pasarela? ¿A quién queremos impresionar?-
-Quieta.- Dahana se acercó a su compañera y de un manotazo hizo que apartara las manos y dejara de juguetear con el saco y la corbata que llevaba. -Vas a arrugar la ropa.-
-Vas a arrugar la ropa.- Remedó Tania.
Dahana le lanzó una mirada asesina indicándole que guardara silencio, luego tomó una botella de perfume y le roció un poco haciendo que Tania estornudase en repetidas ocasiones.
-Sé que es mucho pero mi familia es algo...-
-¿Patética?- Tania se frotó la nariz irritada a causa del perfume.
-Iba a decir especial.- Dahana dejó de lado la botella de perfume y se acomodó las mangas de su saco. -Son algo especiales.-
Tania se apartó un poco queriendo escapar de la nube del olor que había dejado aquella fragancia que Dahana había echado sobre ambas.
-¿Especiales en qué sentido exactamente? En el sentido que sufren discapacidades o que son de esas personas horrorosamente especiales y dramáticas con cualquier cosa.-
-Lo segundo.- Dahana hizo varios giros apresurándose para tomar todo lo que necesitaba y luego indicarle a su compañera que ya estaba lista para irse. -No son exactamente la familia que estaría orgullosa de presentar, más bien me preocupa un poco como te vayan a tomar.-
-¿Enserio?- Tania abrió la puerta y comenzó a caminar con destino al estacionamiento de la mansión, donde un auto ya las estaba esperando para trasladarlas al lugar donde se llevaría a cabo el funeral de aquel hombre que habían asesinado la noche anterior. -Creo que no nos vamos a llevar tan bien, después de todo yo tampoco soy exactamente el tipo de persona al que quisieras conocer.-
-Oh vamos.- Dahana siguió a su compañera pisándole los talones, a la par que se colocaba unos aretes con forma de rosas. -Los que me preocupan son ellos no tú, ahora andando... No es como si quisiera llegar a tiempo pero no nos queda opción.-
-Podemos huir.- Tania saltó los últimos seis escalones para acelerar su andar aunque patinó un poco al caer debido a la suela liza de sus zapatos y a las baldosas recién pulidas del suelo.
-Ni se te ocurra.- Dahana imitó a su compañera pero a diferencia de esta no perdió el equilibrio al caer.
-¿Cómo carajos caes sin tropezar?- Cuestionó Tania mientras recuperaba la compostura.
-¿Ah?- Dahana se encogió de hombros. -¿Genes de gato quizá?-
-Sí, ajá...Eso debe de ser.-
[...]
El lugar donde se estaba llevando a acabo el funeral era uno de los edificios que la familia Suredal poseía en Melien, básicamente era un rascacielos tan elegante que hubiera sorprendido a cualquiera, incluso Tania hubiera quedado bastante impresionada de no ser porque durante toda su vida había estado acostumbrada a ese tipo de lujos, ser hija de una líder de la Mafia y el mejor investigador de dotados tenía sus ventajas, además de que había estado en lugares similares durante sus misiones.
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ND Una danza de asesinas
Novela Juvenil"-Ella solo te está ocupando, así que, déjame ofrecerte un trato... Trabaja para mí y todos tus crímenes serán perdonados, no solo tendrás la protección de la UESI sino también la mía.- -Ajá... ¿Yo para qué mierda quiero trabajar para una mocosa mim...