Capitulo 11

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La cena estuvo bien, tratamos de no sacar el tema de la lista, ya era mucho para nosotros.

-¿A qué hora es la fiesta?- pregunte terminando mi postre, habíamos comido más de lo que planeábamos.

-Ya deberíamos ir yendo.- dijo mientras miraba su reloj. Pagamos y nos retiramos el lugar. La noche estaba bastante bien, no hacía ni frío, ni calor.

Puse las manos en mis bolsillos para buscar las llaves mientras llegábamos al coche y vi a un chico, no era muy mayor pero se notaba que estaba descuidado.

-Les he cuidado el coche.

-Pues no te lo he pedido.- respondí seco.

-Me conformo sólo con algunos billetes, por favor, he estado mucho tiempo aquí cuidándolo.

-No estabas aquí cuando llegamos.- dijo Juan esta vez.- Ni siquiera nos has pedido autorización para hacer eso.

-No sean mierdas, solo serán unos billetes.- se acercó peligrosamente a mi y me puse alerta. Iba a partirle la cara si fuese necesario.

-Jano ¿que haces?- escuche una voz conocida cerca de nosotros.- Mierda Jano, ¿que te he dicho? Deja de molestar a la gente.

Luz apareció de repente y me sorprendí demasiado. 

-Es que estos mierdas no quieren soltar los billetes.- Ella tomó al chico desde el brazo y lo puso a distancia.

-No los necesitas, vámonos.- tiró de él mientras me miraba. Las palabras no salían de mi boca.

-Si los necesito, tu no me la compras.

-Y no te comprare droga jamás, vamos.- volvió a tirar de él y el chico reaccionó mal, la empujó a un lado y me puse nervioso.

-Oye no necesitas tratarla así, te has pasado.- habló esta vez Juan.

-Dame dinero.- insistió el tal Jano cuando me acerqué a Luz.

-¿Que haces aquí?- ignore a esa persona y trate de acercarme de nuevo.- Luz, ¿qué haces aquí?- volví a preguntar al notar qué me ignoraba.

-Vámonos Jano.- habló solo para decir eso.

-Luz, soy yo, dime qué haces aquí.- pedí amablemente mientras trataba de acercarme más.

-Deja de querer acercarte a mi hermana.- el chico volvió a meterse en mi camino. Ahora todo me cerraba, ella había salido para ir a verle.

-La conozco.- avise antes de comenzar cualquier pelea.

-Te he dicho que nos vamos.- tomo el brazo de su hermano, esta vez con más fuerza. 

-Luz.- volví a llamarla, no entendía por qué estaba ignorándome. Se voltearon y comenzaron a caminar tranquilamente.- Soldado Martínez, deténgase.- ordene.

Lo hicieron, claro que si se detuvieron.

-¿Soldado Martínez? Explícamelo.- reclamó esta vez el chico. Aún no se volteaban.

-Luego te lo explico.- susurro pero la escuche claramente. Comencé a caminar hacia ellos.

-Voltéese Martínez.- volví a dar otra orden y la cumplió. La observé detalladamente, quería saber si estaba bien.

-¿Que haces? ¿Que mierda es todo esto?- Jano estaba totalmente confundido, señal de que no sabía que su hermana era soldado.- ¿Te has metido al ejército? ¿Tú estás loca?- comenzó a alzar la voz.

¡La amo, Martinez!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora