PROLOGO

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"Ayanokōji , estos días estaré ayudando a mi clase con los grupos de estudios. Así que ya no podré leer en tu compañía. —lo dice con tono de voz suave—. Espero que también te esfuerces en este examen, no me gustaría perder a mi amigo de libro."

—Viendo mí situación, no tienes que preocuparte por mi Shiina. Confía en tu compañero de libro. No me veo eliminado de esta escuela por unas pruebas primitivas.

"Confió en tu mayor esfuerzo, cambiando el tema, tal vez es... sea posible que me acompañaras de regreso a las habitaciones ya sabes, se está haciendo tarde..."

La mirada... sus gestos, lo podía ver...

—Me falta poco para terminar esta novela, me quedaré un rato más. No tienes que esperarme."

Cometí un error, me arrepiento, ya no hay vuelta atrás. Sin embargo tengo planes esta noche. Maldición ella me acaba de mandar una indirecta... que no fue correspondida.

"Si... dejémoslo para la próxima. —Lo pensado, desilusión fue lo único que escuche- Así podrás contarme tu opinión del final de la novela"

—Claro, podemos reunirnos en un café para hablar Shiina. ¿Después de los exámenes te parece? Ya no estaremos tan atareados como ahora.

" Claro esperare ese día con ansias. ¿Te parece el primer Sábado, terminado los exámenes?"

—Ese día será Shiina, suerte con tu grupo de estudio.

"Hasta luego Ayanokōji , suerte con ese libro, sé que lo disfrutaras." —con una sonrisa despidiéndose, cortan miradas.

Después de terminar su lectura Ayanokōji va a la estantería correspondiente a devolver el libro, encontrándose al frente de esta, observó la mesa de estudio. No era una mesa muy bien detallada pero contaba con una chica particular en ella. Un par de libros los cuales leía o parecía intentarlo, estaban desordenados, bajo un bloc de notas con un lapicero estaba ella. Él la ignoró y procedió a devolver el libro para marcharse o eso creía. Cuando aquella muchacha procedió a soltar un largo y sonoro suspiro... El no sabía por qué decidió volver a verla, ya había cometido este error en un autobús y también en clase. Sin embargo, no pudo evitar el que sus miradas se encontraran, eran los únicos en la sala, como sea aquel acto despertó cierta reacción en aquella joven o más allá aún, en ambos.

 Sin embargo, no pudo evitar el que sus miradas se encontraran, eran los únicos en la sala, como sea aquel acto despertó cierta reacción en aquella joven o más allá aún, en ambos

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¿Horikita o Nino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora