CAPITULO 12

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"Ayer no pude dormir, pues me la pase odiando" 

Frases de algún libro rondando por mi cabeza. No es que me allá desvelado maldiciendo; todo lo contrario,  amanecí cómo cualquier día. Sin embargo acababa de recibir un mensaje:

"No pude dormir, por lo de hoy:3"

¿A qué se refiere este mensaje? ¿Odia salir conmigo? La carita hecha por los dos puntos y el tres, me hacen dudar.
Además de que fue ella la que me obligó prácticamente. Soy malo para entender el lenguaje usado en los móviles, cambian mucho a como es tener una conversación natural con ellos.
Bueno, ahora, tengo que buscar algo para salir a desayunar con Nakano.

Mientras Ayanokōji buscaba casual su armario, Nino ya tenía su atuendo, acompañado de mariposas en su rosado cabello, su maquillaje era lo suficiente para gustarse al verse.

Estaba feliz de Ayanokōji haya aceptado salir con ella, no planea que lo de ellos suceda rápido, ella sabe bien el rumbo, está cita es un seguro para amarrarlo de otras posibles pretendientes. Se le vino a la cabeza la lista de chicos más apuestos dónde figuraba Ayanokōji, como otros chicos que lo superaban en el top, Nino ya había conversado con algunos de ellos, aunque muy poco.

Aún así ella toma con calma todo esto, se había enamorado muchas veces, todos ellos no correspondidos, puede sonar extraño conociendo su belleza... Tal vez sus inseguridades la terminaron apartando; así como su aptitud sobreprotectora, con sus hermanas que no pasaba desapercibido entre los chicos. En ese aspecto Ichika, su hermana mayor, terminaba encantando con su personalidad coqueta y madura.

Pero ya no está con sus hermanas, y aunque siga teniendo mucha de su personalidad mencionada... ya no es la misma.

(7:30 AM)

En algun restaurante del centro comercial, coincidían dos jóvenes en una pequeña mesa descansada al fondo del local junto a las plantas que decoraban el lugar.

—¡Buenos días!—Saludo Nakano mientras dejaba su bolso a un lado.

—Buenos días. —dijo Ayanokōji—. ¿No te imaginaba despertando tan temprano un domingo?

—Me alegro sorprenderte, señor aburrido. —señalo—. ¡Que te quede claro de una vez que esto no es una cita!

—Como quieras Nakano...—suspiro mientras hacía un gesto gacho con sus brazos—. Pero como me estás agredeciendo, supondré que tú me invitas la comida, verdad?

—Nakano aceptado a regañadientes, Ayanokōji está lejos de ser el principe azul que no esperaba—. Solo no te pases de la cuenta, vale...

 Solo no te pases de la cuenta, vale

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—Deberíamos ordenar entonces. —Con un gesto llamo a la mesera, que con un saludo, mostró la carta que contenía: jugos, batidos, té y demás postres.

¿Horikita o Nino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora