CAPITULO 13

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—¡Ayanokōji!—dijo Karuizawa— ¿Qué vamos hacer?

Estamos a pocas pruebas por terminar el festival deportivo.

—¿Qué quieres que haga?

—Estoy un poco preocupada... Horikita está siendo blanco de abuso, y me siento incomoda; porque me siento identificada.

—Es un ataque directo. —dijo Ayanokōji—. Y no solo eso, también conocen el orden de las competencias.

—¡¿Y no podes hacer nada?! No solo estamos últimos, Horikita está en la enfermería, esto es serio.

Karuizawa tenía mucha expectativa en Ayanokōji, y cómo no tenerle, si le había demostrado quién era el que controlaba desde las sombras la clase.

—Hasta ahora, todo salió como lo había previsto. No hay que hacer nada.

—Karuizawa se quedó flasheando—¿Eh?

En ese momento fueron interrumpidos.

—¡Karuizawa, dónde estabas!

—¡Ah, Nino!—respondió, pensando una excusa—Le estoy reclamando a Ayanokōji... ¿Por qué está dando un espectáculo lamentable, sí están fuerte como lo demostró él en las pruebas físicas de agarre?

Ayanokōji se quedó bombeado por sus palabras, pero él no quería destacar, aunque le obligaron hacerlo. Karuizawa procedió a irse en busca de Hirata como para no levantar sospechas de su relación.

—Ella tiene razón, ¿sabes?—dijo Nakano, recordando las pruebas físicas de Ayanokōji.

—Es mala suerte, supongo... los rivales eran mejores que yo, eso es todo.

—Siempre tan reacio, no que salías a correr. ¿Qué hay de eso, se te olvido o qué?

—Es la fatiga, esperan mucho de alguien promedio.

—Más excusas de tu incompetencia... como sea, si no viene Sudo pronto estaremos al fondo de la tabla.

—¿Quieres verme correr?

—Ya te vi, fue decepcionante ...

Fueron interrumpidos, pues estaba empezando la búsqueda del tesoro. Ayanokōji participa en esta prueba. Mientras que Yamauchi e Ike jugaban piedra, papel o tijera para decidir quién sería el reemplazo.

(Media trama que sirve para burlarse de las habilidades sociales de Ayanokōji, y confrontación con Kushida)

Horikita había llegado con Sudo, faltaban minutos para que comenzara la carrera de doscientos metros.

—¿Puedo ofrecerme para ser el ancla?—dijo Ayanokōji—. Claro, pagaré los puntos.

Los alumnos de la clase D, estallaron. Y como no hacerlo, Ayanokōji se ofreció como voluntario, en qué mundo.

—¡Genial, ya perdimos!—dijo Nino con clara molestia.

—Está bien y todo... ¿pero eres rápido?—manifestó Onodera.

La clase no banca la propuesta, ellos piensan: "Ayanokōji, el tipo lúgubre que para junto a Horikita". No había mucha confianza pese a que se pagaba el cambio. Sin embargo; Hirata abogó por él. Y quién diría diría que no a su carismático ser, ninguna chica.

"Si Hirata lo dice"

¡Inició la carrera! En el carril exterior, Sudo corrió como un animal, sacando una ventaja de quince metros sobre sus rivales. Pasó el turno de Hirata, y con ello la euforia de las chicas. Así fue hasta que salió Kushida, la ventaja se perdió, estando en séptima posición.

¿Horikita o Nino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora