CAPITULO 8

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La tarde tomo un rojo vibrante al igual imnensas nubes se alejaban de toda vista el viento sopla más fuerte de lo normal todos los alumnos se encuentran descansando de la reciente prueba en la isla cansancio físico y mental obligo a gran parte del alumnado adelantarse a dormir después de satisfacerse de buen alimento y aseo. 

Sin embargo no todos estaban descansando. Estaba parado en la cubierta del barco junto a una hermosa azabache de ojos y cabello.

—Una herramienta...

Eso fui en este examen. 

Me usaste y no hay algo que me asegure que no me volverás a utilizar.

Lo hiciste antes y lo volverás hacer.
 

Le acababa de contar todos los detalles de los acontecimientos sucedidos, estaba pálida se formaban lagrimas de aquellos ojos que me mostraron confianza en su momento más vulnerable, me quede observando sus ojos, no tenia pensado decir una palabra pues no había ninguna.

Le acababa de contar todos los detalles de los acontecimientos sucedidos, estaba pálida se formaban lagrimas de aquellos ojos que me mostraron confianza en su momento más vulnerable, me quede observando sus ojos, no tenia pensado decir una palabra...

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—Entiendo lo monstruoso que puedes llegar a ser.

Horikita se acerco mas a mi, ya había entrado en mi espacio personal estábamos a menos de cincuenta centímetros.

—dijo Ayanokōji—. Solo fue suerte.

—¿Yo quiero?—dijo una temblorosa Horikita— ¿Yo? ¿Por qué decidiste ayudarme? ¡No! ¿Quién eres?

...

—Hubo un suceso que me obligo apoyar tu meta, llegar a la clase "A", esa razón eres tu, Horikita.

...

Horikita me abrazo, su cabeza descansaba sobre mi pecho decidí permitir ese acto.

—Yo estoy confundida, no entiendo.

Mi mente confunde, mis pensamientos batallan entre sí. 

Tus actos, las acciones que mostraste durante mi momento mas débil... No. Todas nuestras interacciones y sucesos entre nosotros... obliga a mi mente encubrir los hechos revelados.

Horikita apretó su cuerpo más contra el mío, en su voz se oye su implosión.
Yo no podría permitir que implosione su mente en plena carrera por la cima, necesitara tiempo para sanar y no podrá volver a funcionar, seria un desperdicio.

—Horikita—dijo Ayanokōji—osease la razón de mi ayuda fue mi simpatía hacia ti y mas admiración por tu estado y determinación.

—Esta claro que eso es una mentira.
 

La envolví con mis brazos, este acto la confundió, levanto la cabeza, lo medito...

Y aun así, ella apretó su agarre en mí. 

—No me importaría ayudarte a llegar a la clase "A" o que seas reconocida por tu hermano. A cambio no indagues en mis acciones o métodos sobre todo en mi vida, pues la profundidad pude ser decepcionante.

¿Horikita o Nino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora