Capítulo 1 ¿Cómo pudíste?

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Zoe:

Soy Zoe, ésto es difícil de explicar, nunca antes sentí algo así por alguien ¿Cómo podría? Antes vivía en Nueva York, allí estudiaba en un internado lleno de abusones donde yo fingía ser alguien que no era para poder adaptarme; nunca tuve un novio o una relación seria ni nada que se le parezca, no es que no halla tenido posibilidades, pero ninguno de ésos chicos era madera de novio serio para serles sincera, y ninguno me quería como soy realmente.

Aquí en París pude por primera vez ser yo misma, por fin me sentía como en casa, un hogar donde pudiera ser quien soy, y tal vez... Encontrar a alguien con quien ser yo.

No me malinterpreten, no tenía planeado enamorárme de nadie, es solo que...

Ésta este chico Luka en el que no dejo de pensar, lo conozco desde hace muy poco, pero ya no se despega de mi mente. Me trata bien y es muy amigable, toca la guitarra, compones sus propia melodías, eso es algo que tenemos en común, los dos nos apaciona la música (toco un poco el violín).

Preciento que a Cloe no le gusta que fraternice tanto con Lukka, siempre nos está mirando mal, siempre con indiferencia, aunque eso ya es normal en ella. Soy muy pasciente con Cloe, ella también ha tenido problemas para hacer amigos, de hecho, nunca la he visto con alguien que no sea Adrien o Sabrinna, y ellos tampoco los trata con gentileza.

— ¡Oye Lukka! – Exclamó Alya derrepente.

Estábamos ensayando en el barco de la madre de Luka con Kitty section y otros compañeros, Luka y yo escribíamos una partitura. Sacamos la cabeza de nuestros papeles para mirar a Alya.

— ¿Por qué no llevas a Zoe por un helado?

Estaba hablando con Nino, su novio creo, talvez hablaban de eso mismo.

— Sí, claro – Respondió Lukka.

Me sonrojé un poco con lo que contestó, yo y Luka llendo por helado solo los dos, perfecto, lo voy a hechar todo a perder, quedaré como una torpe, no hay duda. Soy socialmente torpe con los chicos, no sé que debería hacer.

— Oye ¿Estás bien?

— ¿Qué? Eh, yo... Sí.

Me extendió su mano ofreciéndome un helado.

— Si tienes tanto calor, pués...

— ¿Calor yo?

Ay no, ya sé, lo dice por mis mejillas, lo sabía estoy quedadndo como tonta ¿Qué me queda más que acrptar el helado?

— Gracias Lukka – succioné la pajilla del helado sin soltarle la mano.

— Cuidado, te puede dolér la cabeza luego.

De pronto...

— ¡¿Cómo Pudíste?!


No podía irme sin antes darle créditos a @LP_Artworcks por la imagen. En realidad no es mi idea, es una imagen de su autoría, yo solo hice el coloreo porque era lo que esperaba para el concepto de la portada<3

TraicioneraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora