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¿Por qué había sugerido encontrarse en quince minutos? Se arrepentía enormemente de sus decisiones. No lograba encontrar un conjunto que le convenciera. Su cama ahora se encontraba llena de un montón de prendas que Soobin había lanzado si no le gustaba.

Comenzó a desesperarse cuando notó que cada vez le sobraban menos minutos. El parque no estaba demasiado alejado de su casa, de todos modos no quería llegar y ver que Hyuka lo estaba esperando por varios minutos; prefería llegar antes.

Finalmente se rindió y tomó lo primero casual que encontró. Puede que sólo fuera a acompañarlo a una librería, pero quería verse bien para él, claramente no se iba a vestir de gala, pero sí quería sentir que se veía bien.

Cambió de prendas rápidamente y salió de su habitación lo más veloz que pudo. Cuando estaba por poner un pie fuera del lugar donde vivía la voz de su madre lo hizo parar en seco.

—¿A dónde se supone que vas, jovencito? —la mujer tenía los brazos cruzados esperando una respuesta de parte de su hijo.

Soobin dió una media vuelta para verla mejor y tragó duro. Se le había olvidado el pequeño detalle de avisarle a su madre, ella normalmente era muy permisiva, pero esa última semana se había vuelto un tanto estricta y le había prohibido varias salidas a S, por lo que el chico temía que no lo dejara nuevamente.

—Hyu-hyuka me pidió que lo acompañara a la libreria... —explicó.

Le rezaba a todos los vientos internamente para que su progenitora no se opusiera y le permitiera acompañar a su mejor amigo.

La mujer entrecerró los ojos, tratando de descifrar si eran verdad las palabras del chico. Finalmente, suavizó la mirada y dijo: —Está bien, avísame si pasa algo.

Se dió la vuelta y caminó hasta otra habitación de la vivienda, dejando a Soobin altamente sorprendido, ¿Cómo rayos había aceptado tan fácilmente?
Decidió no seguir pensando en ello y  salió casi corriendo hasta el lugar de encuentro.

Realmente el tiempo que le tomó llegar fue corto, y se alegró de no haber visto al menor aún; no quería hacerlo esperar.

Se sentó en una banca que había ahí y miró al frente en espera del otro chico. Pensaba en que tal vez se había emocionado tanto por sólo acompañarlo por unos pocos minutos, pero para él, estar cerca de Hyuka aunque sea un segundo sería algo demasiado valioso.

Entre tantos pensamientos se consumió su tiempo y sin darse cuenta el chico al que esperaba estaba frente suyo. Soobin levantó la cabeza y tragó duro. Se veía demasiado bien con ese simple pantalón de mezclilla y un suéter tallas más grandes que la suya.

¿Cómo podía verse jodidamente adorable con eso?

—Binnie, ¿Vamos? —sonrió inocentemente.

Soobin simplemente asintió con la cabeza, viéndose incapaz de modular alguna palabra.

Se levantó y ambos caminaron en dirección al lugar donde Kai compraría el libro mientras platicaban como los grandes amigos que eran, disfrutando de la compañía que el otro le brindaba, ignorando los nervios que ambos sentían.

zZz

—Está cerrado... —dijo Kai intentando sonar decepcionado.

Soobin sacó su celular para revisar los horarios y en efecto, ese día estaría cerrado. Se desilusionó un poco debido a que pensaba que ya no podría pasar la tarde con él.

—Te acompaño a casa —se ofreció el mayor, cuidando de que su voz no delatara cómo se sentía.

Kai lo miró por unos segundos sin decir nada, causando que el contrario se empezara a sentir nervioso.

—¿No quieres ir... al cine? —preguntó como si esa idea hubiera venido sola a su cabeza, como si no lo tuviera planeado, como si no hubiera revisado la cartelera para ver las proyecciones que habrían ese día.

Soobin asintió, cuidando de no mostrarse demasiado eufórico por poder pasar tiempo con el menor.

Caminaron hacia el centro comercial que había cerca de donde estaban.

—¿No te sientes mal por no tener tu libro? —Choi en cierta parte sentía un poco de tristeza porque su mejor amigo no pudo comprar la obra que quería.

—Nop, lo puedo conseguir otro día. No te preocupes —respondió brindándole una sonrisa.

Eso era algo raro, Kai era un amante de la lectura, y muchas veces se ponía de malhumor cuando no conseguía el escrito que tanto anhelaba. Fue extraño, pero lo dejó pasar.

Después de dar tantos pasos llegaron, pero de todas formas debían esperar en la mediana fila para poder adquirir los boletos. De igual forma no tardarían mucho ya que Kai había dicho que él decidiría lo que verían.

zZz

No fue una sorpresa para Soobin que en medio de la función Kai se hubiera dormido, apoyando su cabeza en el hombro izquierdo de su acompañante.

Las ganas de abrazarlo y acariciar su suave cabello eran demasiadas, pero no lo haría. Por mucho que quisiera no lo haría. Probablemente si cedía a sus impulsos, terminaría queriendo acariciar al menor todo el tiempo y podría aburrir al contrario tanta muestra de afecto. Y no quería eso.

Estuvo más al pendiente de ver al chico descansar que de la película; al parecer era más interesante ver al chico tierno dormir.

Cuando terminó la cinta y las luces se encendieron, Soobin finalmente intentó despertar al otro lentamente.

—Hey, Hyuka. Levántate —picó suavemente su mejilla.

El otro se removió, acurrucándose más en el cuerpo ajeno para estar más cómodo. Esa simple acción agitó demasiado su corazón como siempre.

—Hyuka —volvio a picarlo.

Finalmente abrió un poco los ojos, pues aún no estaba acostumbrado a la luz que iluminaba la sala.

—Levántate, te acompañaré hasta tu casa —con cuidado se retiró del asiento y ayudó al otro a pararse.

Kai se frotó los ojos y se estiró antes de caminar al lado de su mejor amigo.

Salieron del lugar y del centro comercial. Iban acompañados de un silencio cómodo, donde no era necesario hablar, sino más bien disfrutar de la compañía.

Finalmente llegaron a la casa del menor, y antes de que pudiera despedirse Kai interrumpió.

—Quédate a dormir —dijo— Ya es muy tarde —excusó, claramente no iba a decir que le gustaba sentir su calor.

Soobin lo pensó bien antes de decir: —Esta bien—regalándole una sonrisa.

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COLOR MY WORDL ⵢ sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora