❝Innocent❞ || 𝐍𝐚𝐧𝐚𝐦𝐢 𝐊𝐞𝐧𝐭𝐨

♡⃕ 01 ♡⃕

— Mamá, deberías dejar de hacer esto, algún día te descubrirán, y podrías estar en problemas muy graves. — hablé con miedo, parada detrás de la nevera.

No quería que nuevamente me aventara lo primero que tuviera a la mano, y me dejara con cicatrices.

— Cierra el pico un rato, y lárgate. Con esto te doy de tragar, y pago tus estudios, así que no reproches, pedazo de basura. — mentía, ese dinero que contaba en la mesa, lo utilizaba más para su alcohol que para mí.

Dinero que obtenía a base de drogar a hombres de clase alta, para luego traerlos a la casa, quitarles su dinero y tener sexo con ellos. Al final, a ellos también no les importaba mucho mientras satisfacieran sus deseos sexuales.

— Te he dicho que yo puedo trabajar, así te ayudo con mis gastos.

— Eres una mocosa que no sabe hacer nada. Si realmente me quisieras ayudar, dejarías que te llevara a los bares donde voy, seguro que allí miles de hombres caen rendidos a ti, y sacas provecho de eso.

Bajé la mirada, y regresé a mi habitación. Ella me daba miedo.

(...)

— ¡No te quedes aquí de holgazana, cuando regrese quiero que todo el quehacer esté hecho, la casa en una mierda! — gritó y finalmente se escuchó el azote de la puerta al cerrarse.

Era verdad, la suciedad abundaba por todos lados.

Me sentía culpable en ese sentido, yo era la que me quedaba en casa todo el día, y ni siquiera tenía la motivación para levantarme de la cama, la pasaba durmiendo o llorando.

Me miré al espejo con temor de mi apariencia. Parecía una vagabunda que no se bañaba en un mes.

Comencé a hacer el quehacer, después preparé la cena, y finamente me bañé. El agua caliente recorría mi cuerpo, y se adentraba en las heridas que tenía en mis muñecas y mis muslos, pero no me molestaba, era satisfactorio.

La risa fingida de mi madre se escuchó, al igual que la voz de un hombre adulto. Ella y su nueva presa habían llegado.

Rápido salí del baño y me dirigí a mi habitación, nuevamente no me había dado tiempo de cenar.

Poco tiempo después las voces que se escuchaban antes dejaron de sonar.

— Baja rápido a ayudarme. — mi madre abrió la puerta de mi cuarto.

— ¿A qué? — musité.

— Deja de hacer preguntas y haz lo que te digo. — su voz sonó fría, como siempre.

— Y-ya voy. — me terminé de cepillar mi cabello, y bajé.

Una hombre rubio estaba acostado en el sofá.

— Apenas llegamos y se echó a dormir, al parecer estaba muy cansado. Lástima. — habló. — Bueno, quítale el reloj y los anillos que tiene. Voy a salir.

— ¿Y si se despierta? — el miedo me inundaba.

— Maldita inútil, la droga debería de mantenerlo dormido, y si se despierta pues ve qué haces con él.

— N-no puedo. — mis ojos se cristalizaron. Ya sabía lo que se venía.

Ella bofeteó mi mejilla y tomó mi muñeca fuertemente.

— Escúchame, si tú no tienes el reloj y los anillos antes de que yo llegue, ya sabes lo que te pasa. — soltó su agarre de mí y salió de la casa.

Con las manos heladas y temblorosas fui quitándole sus pertenencias a aquel adulto.

— Así que es real que hay una señora que te droga, después te lleva a su casa, te quita tu dinero y finalmente te da un buen sexo, bueno, lo último no lo puedo confirmar. — el rubio abrió sus ojos, y su voz grave me perturbó. — Pero nadie me contó que también había una niña involucrada en esto tan sucio.

No sabia qué hacer, mi cuerpo se quedó inmóvil.

hola creo esta será mi fic favorita en escribir 👻
las faltas de ortografía las corrijo mañana jakajs