♡⃕ 03 ♡⃕

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— Mamá, ba-basta

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— Mamá, ba-basta... por favor. — sollozaba en la esquina de mi habitación, ella estaba golpeando la puerta desesperadamente.

Minutos antes había llegado en un mal estado, tenía vómito en su ropa, y un poco de sangre en sus manos.

— ¡Abre la maldita puerta, idiota, ábrela o la tumbaré! — gritaba.

Acurruque mi cabeza entre mis rodillas esperando que el hombre rubio llegara.

— ¿A quién demonios llamaste? ¡¿Sabes en las putas condiciones que estoy?! — pateaba del otro lado de la puerta.

Por un momento la dejé de escuchar, pensé que se había cansado y me había dejado en paz, pero no fue así, ella fue por un cuchillo para poder abrir la cerradura de mi habitación.

— Malcriada, malagradecida, ¡te odio! — cogió mi muñeca y me llevó hasta la sala, dejándome caer en un sofá. — ¿Me ves? Mira cómo estoy. Todo por ti. — a ella también se le salían unas cuentas lágrimas.

No sabía de qué manera actuar, miré el piso sin dirigir mi vista a ella.

El timbre sonó. Sabía quién era, por fin había llegado.

Mi progenitora se asomó desde el ojo de la puerta.

— ¿Qué hace él acá? ¿No me dijiste que no habías tenido contacto con ningún hombre que traje antes? Eres una cualquiera. — soltó una bofetada en mi mejilla.

— E-él... sólo déjame abrir a mí, no te puede ver así, ve a cambiarte. — emití.

— ¡No me des órdenes! — me fulminó con la mirada y fue a su habitación.

Abrí la puerta.

— ¿Cómo estás? ¿Te hizo daño? — su voz transmitía calma.

— Ella llegó y... sólo me empezó a dar golpes y decir groserías, pude correr a mi habitación y encerrarme ahí hasta que se calmó un poco. — mi voz se comenzaba a cortar.

— Sigue acá ¿verdad? Pude escuchar su voz hace un momento. — acarició mi hombro al verme soltar unas cuentas lágrimas.

— S-sí, será mejor que se vaya, no sé para qué mierda le llamé. — lo último lo dije para mí misma.

— Descuida, ella no tiene poder sobre ti, aunque seas su hija, y aunque ella sea tu madre. Si gustas puedes venir conmigo.

Dude un poco, ¿y si él sólo quería bajar mi ropa interior? Mamá dice que es lo que todos los hombres quieren.

— M-mejor me quedo. Ella estaba llorando, no puedo dejarla sola. — musité.

— ¿Llorando?

— Es mi culpa, que ella sea así y que haga esto es culpa mía. Ella nunca debió tenerme, nunca quiso tenerme. — mi vista se volvió borrosa a causa de las lágrimas.

❝Innocent❞ || 𝐍𝐚𝐧𝐚𝐦𝐢 𝐊𝐞𝐧𝐭𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora