Podría hacer que tus ojos brillen, lástimame y dime que soy tuya.
(Off to the races - Lana del rey)
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⚠︎ Mommy issues and daddy is...
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2 semanas después.
El rubio se había portado tan bien conmigo, que le estaba agarrando un cariño incomprensible. Me odiaba a mí misma por encariñarme tan rápido.
Mi madre ni siquiera me había buscando en este tiempo. No sabía nada de ella, ni ella nada de mí. Pero seguramente no tardaría en tener su presencia física nuevamente en mi vida.
Los profesores de la escuela me habían estado contactando y preguntándome el por qué dejé de asistir a clases. Les comenté la situación y lo comprendieron sin problema alguno.
— ¿Cómo te sientes? — su voz grave y rasposa se escuchó a mis espaldas.
Me encontraba sentada en el sofá hecha una bolita, enrollada en las sábanas que el hombre me había traído minutos antes.
— Muy bien, gracias. ¿Usted no tiene frío? — cuestioné. En las noticias comunicaron que este fin de semana entraría un huracán. Y el rubio se la pasaba en su traje de trabajo todo el día.
— No, no, para nada, estoy bien. — habló. — Aunque yo creo que como ya no voy a salir, me iré a cambiar por algo más cómodo.
Asentí con mi cabeza.
— Ah, espera. Ya no hay nada para cenar, mejor voy a la tienda antes. ¿Se te antoja algo?
Voltee a mirarlo, no recordaba la última vez que alguien me había invitado comprarme algo.
— L-lo que sea está bien, gracias.
Él asintió y salió de su hogar. Su pregunta me había desconcertado un poco, Nanami no se veía del tipo de personas que te fuese a invitar algo.
En menos de 10 minutos el mayor regresó con unas cuantas chucherías.
— Puedes coger lo quieras, antes de que yo agarre algo.
— Mmm, las galletas están bien. — las tomé.
Él se dirigió a la cocina y prendió la cafetera. Pocos minutos después nos sirvió a ambos. Yo me fui a sentar a la mesa, comiendo de a poquito las galletas que había traído.
— Toma. — me dio una taza con la bebida color café, y un olor estupendo.
Su hogar se me hacía de lo más cómodo, y cálido. Lo que siempre deseé. Estar en paz.
— Mañana no tengo trabajo. — le dió un sorbo a su bebida. — Así que la pasaré en casa todo el día, y pasado mañana iremos a ver un lugar en el que te ayuden y te puedas quedar. Si no cambias de decisión en regresar con tu madre.
— No quiero regresar con ella, pero tampoco quiero ir a alguno de esos lugares. He oído hablar de ellos, y no son muy buenos que digamos. — musité cabizbaja.
— Descuida, estoy investigando en lugares cien por ciento confiables.
No hice más caso. Sólo me dediqué a cenar mientras veía la televisión.
