El pecado de un Vampiro sagrado como él es beber sangre, siendo tan deseado y codiciado, sentirá como su alma se ve envuelta en los encantos de un cazador.
El pecado de un Cazador es amar a aquel que debe despreciar por toda la eternidad, siendo su...
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Lunes.
La luna llena se mostraba resplandeciente, SeokJin odia los días de luna llena, sabia que posiblemente muchos lobos hambrientos saldrían de caza o intentarían destruir algún heredero, tenían un insaciable deseo de venganza, con solo sentir su presencia podías saber qué clase de intenciones tenían.
Su padre había mencionado el amor que los herederos, tanto oscuros como del rayo, tenían por la luz de la luna. En un día de la luna más brillante se le rendía culto y se le ofrecía una celestial danza, cuando SeokJin asistió por primera vez al evento de Luna quiso gritar, tenía un horroroso sentimiento de dolor en el pecho, desde entonces, Jin detesta la Luna.
—Hoy brilla demasiado— gruño Yoongi mirando por la ventana.
SeokJin asintió en acuerdo —Es sofocante— comento cerrando la cortina.
Los cazadores, a diferencia de los vampiros y otras especies, adoran con fervor la voz del trueno y la intensa luz del sol —¿Qué cenaremos hoy?— pregunto Yoongi arrojándose a la cama.
SeokJin lo medito por un momento, luego solo sonrió —¿Quieres una pizza? O tal vez ¿Pollo?
—¡Engordaré mucho si sigo comiendo esas cosas!— se quejó el cazador desde la cama.
SeokJin se acercó a su dueño pálido, sin poder evitarlo sus manos recogieron traviesamente las nalgas del menor —Pero si estás muy bien así.
—¡Oye!— Jin apretó uno de los glúteos, Yoongi sonrojado, se retorció cuál lombriz de tierra logrando hacer que el vampiro le soltara, victorioso se sentó frente a su precioso vampiro —Yo... Quiero que pares de evitar esto— hablo con seriedad —No puedo seguir pinchando mis dedos solo porque no tienes las agallas de morderme.
SeokJin se tensó por completo, su expresión cambio a una neutra y rígida. Hacía ya dos semanas desde que el cazador le dio de su sangre a través de las bebidas, desde entonces procuraba no beber nada que este le ofreciera, más era inútil cuando Yoongi lo tomaba desprevenido.
—No estoy listo para eso— dijo incómodo —Es... Eso sería un crimen.
Min sintió la necesidad de acabar con la vida de Jin, estaba cansado, lo sentía, su cuerpo no soportaría estar más tiempo así, necesitaba que ese vampiro mordiera su estúpido cuello, de lo contrario... Todo terminaría.
—Jin...— no consiguiendo lo que deseaba por las buenas, debía hacerlo por las malas.
SeokJin lo miro expectante y curioso, la sonrisa del cazador le daba algo de miedo, iba a replicar más, fue callado antes de formular una palabra, Yoongi se había abalanzado a él, juntando sus labios y los movió lentamente.
Un pecado pecaminoso e impulcro. Grito su mente, más se dignó a ignorarla, disfrutaba tener a Yoongi a su merced, besarle y acariciar la piel de este, lograba encenderlo como el fuego... No lo había notado antes, pero justo ahora sabia que necesitaba más de Yoongi, aunque se negara a aceptarlo, SeokJin ya no podía huir de Min Yoongi.
