Capítulo 03

809 163 18
                                    

Lían encima de la mesa bailando pasado de tragos, Dylan aplaudía y reía viendo a Lían borracho, Renata lo animaba con gritos. Todos seguían divirtiéndose en el karaoke.

—Sigue así idiota — le gritaba Renata tomando un trago de cerveza.

— Ya deja de alentarlo, tenemos que volver a casa es muy tarde — propuso Dylan.

Renata lo ignoró y tomó otro trago.

—Hazme un estriptis Lían —Comentó Renata riendo.

Ambos estaban borrachos, Dylan era el único que estaba cuerdo.

—¡Qué! — Exclamó Dylan.

Lían sin ningún problema comenzó a levantarse la camisa que tenía puesta, Dylan de repente pateó la mesa con su pierna, dejando caer a Lían al suelo.

Renata soltó una carcajada.

—¡Idiota! yo también estoy en frente tuyo — dijo Dylan riendo.

Lían cansado se sentó de nuevo y tomó otra trago de cerveza.

—Eso traga mucho más ¿Quieres de este whisky? — Preguntó Renata con un rostro malicioso.

Lían aceptó asintiendo la cabeza.

—¡No! Está intentando de emborracharte — Dylan lo detuvo.

—Eso es lo que quiero...

Dylan observó a Renata que sacudía de un lado a otro la botella de whisky con una sonrisa.

—Esa chica es el mismísimo diablo y tú estás cayendo en su trampa — Confesó Dylan en el oído de Lían.

—¡Te escuché! Maldito cerdo — Renata le lanzó su bolso en la cara.

Lían de nuevo se levantó y comenzó a bailar, Renata emocionada lo grababa con su teléfono.

—¿Por qué lo estás grabando?

—Lo quiero sobornar para que me compre lo que quiera en la cafetería de la universidad — Renata reía con mucha maldad.

Dylan se lamentaba pero no haría nada al respecto, aunque era gracioso ver a su amigo borracho y bailando sin coordinación.

Era casi medio noche todos estaban cansados, Renata revisaba su teléfono, Dylan comía lo que había sobrado en la mesa; sin embargo Lían miraba hacia el techo confesando algo que sus dos amigos no podían creer.

—Me gusta una chica.

Renata levantó su mirada del teléfono, Dylan lo observó sorprendido.

—Me parece bien, creí que eras gay como Dylan —Comentó Renata fijando nuevamente su mirada al teléfono.

—¡Qué dices! Me gusta una chica... — Dijo Dylan alterado.

—Pero no lo dices...

—Es un secreto.

Lían observaba a los dos como se peleaban sin ponerle mucha atención lo que él había confesado.

—¡Es Alison! — gritó.

Nuevamente Renata y Dylan lo miraron aterrorizados.

—¡Qué estupideces dices! Si que tienes malos gustos, como te gusta esa chica con una personalidad de mierda — Gritó Renata intentando de lanzarle una botella de cerveza; pero Dylan la detuvo.

—Creo que ya es hora de irnos — Notó Dylan ya que ambos estaban pasados de tragos y más Lían que se había quedado dormido en el mueble.

Renata y Dylan entre sus hombros llevaban a Lían casi dormido hacía su apartamento.

—Maldito, hubieras dicho que no aguantas tanto el alcohol y no te hubieramos traído — Se quejaba Renata.

—Pero si tú eras la que le brindabas alcohol para que se emborrachara — Confesó Dylan pero Renata lo fulminó con la mirada.

Ya justo en la entrada del apartamento de Lían, necesitaban las llaves para entrar.

—¡Maldito Cerdo! necesitamos tus llaves para abrir la puerta —Renata furiosa buscaba entre los bolsillos de su pantalón y chaqueta. Dylan lo sostenía para que no se cayera al suelo.

Lían se reía.

—¡Me haces cosquillas!

Renata lo miró furiosa y le pegó un puño justo en los testículos.

—¡Renata! ¿Por qué hiciste eso? — Dylan seguía sosteniendo a Lían, pero del dolor cayó al suelo, retorciéndose.

—Se lo merecía — Renata se burlaba y sacó nuevamente su teléfono para grabarlo.

Al final Lían señaló en el lugar dónde colocaba sus llaves, era debajo de la alfombra.

—Si nos lo hubieras dicho antes no estuvieras ahí en suelo — Renata las recogió y abrió la puerta. Cargando entre los dos a Lían hacía su cama.

—Bien, nos vamos.

Lían se quedó durmiendo profundamente.

Renata y Dylan caminaban hacía sus casas un poco serios.

—¿Te preocupa un poco que Lían esté enamorado de Alison? — preguntó Renata caminando carisbaja.

—Sabemos que Alison es una chica que ha hecho cosas muy malas, hace poco lo que pasó con su ex novio... Pero vamos a hacer lo posible para que Lían cambie de opinión — le demostró una sonrisa a Renata para que no siguiera preocupada.

—Eso espero...

—Tranquila... Lían se merece una mejor chica que ella —. sacudió su cabello con la mano y riendo.

—¡Hey! Me despeinas el cabello.

Ambos siguieron caminando a sus casas, en una fría noche de otoño, hablando locuras y estupideces.

Por ti, un café todos los díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora