EXTRA

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Los capítulos extra son escenas de relleno que contienen datos interesantes.

A continuación se verán las situaciones en las que Shinobu utilizó su brillante ingenio para conseguir lo que tanto anheló sin que Kibutsuji sospechara de ella, como fue que se topó con una de sus más grandes amistades y el reencuentro con una vieja amiga.

...

El cielo estaba tan estrellado que daba algo de envidia... algo tan oscuro aun podía tener partes que brillaran...

El cansancio ardía como brasas... o quizá como el infierno...

No podía seguir cargando ni un minuto más con su sonrisa falsa y erguida postura, pues en sus hombros caídos y lentos parpadeos, se reflejaba la evidente lasitud de la demonio. sin duda alguna, la fatiga era su desmaquillante perfecto.

Tampoco estaba de humor... su afilada mirada por encima de su abatimiento lo demostraba; era ya la milésima vez que veía a ese demonio de ojos color lavanda revisar con una meticulosidad de muerte el espeso contenido de los frascos, ignorando todas y cada una de las pruebas puestas en mano.

La forzada sonrisa de Shinobu no reflejaba más allá de su evidente disgusto tras escuchar las incontables contradicciones que el peliverde le escupía al preguntar una y otra vez por la autenticidad de estos.

Con la confianza esfumándose a cada segundo y el sofocante calor del interrogatorio, una nueva y filosa respuesta fue el desenvaine.

-Estoy segura que si se tratara de algo que te diera Tamayo-san... no dudarías en confiar cada sílaba~ -atacó- incluso podría darte veneno y lo beberías sabiéndolo~

-en efecto -Replicó el peliverde con hastío- no me importa lo ilógico que suenen sus peticiones, las haré porque vienen de ella... no existe nadie en el mundo en el que ella pueda confiar más que en mi.

-Cuidado Yushiro-kun~ tus celos casi llegan al mismo nivel de Douma~ -el apasionamiento por conseguir una discusión convertía la verdad en descortesía-

-no te atrevas a compararme con los demonios de baja calaña con los que te acuestas Kocho... yo no soy como el resto de escorias que kibutsuji convirtió.

Ambos afilaron su mirada hacia el otro con desprecio. El pecado del orgullo los hizo tocar puntos clave en cada uno, pero Yushiro solo replicó el mismo gesto por pocos segundos, pues él fue el primero en caer en cuenta que su defensa había llegado mucho más lejos, deseando a su compañera.

-Discúlpame... -fue una disculpa ahogada pero necesaria-

La contraria ladeo su mirada e inhaló grato aire con serenidad decidiendo responder. -Así es Yushiro-kun... con los que me acuesto... -cantó con alardía recorriendo lentamente la abandonada sala de espera de la inpresente médico-

-Kocho, no quise... -trató de exculpar el demonio-

-No, está bien, tienes razón... tienes razón en pensarlo así aun cuando sabes que no es verdad... -detuvo su caminar ante su compañero e ingresó de manera ordenada los oscuros frasquitos en su maletín- ¿Sabes?... Tengo suficiente con pronunciar el nombre de ese maldito demonio al estar juntos en la misma habitación dentro del castillo infinito, no quiero nombrarlo fuera de él también... -estiró su brazo hacia el peliverde solicitandole con la mirada que le regresase el último frasquito que había examinado- ...¿podrías llevarme con la señora Tamayo de una vez?...

Demostrar cualquier tipo de interés, era un acto de vergüenza que a los demonios no les gustaba manifestar, o no a todos...

en un tono menos brusco, el inmortal guió a su compañera de trabajo por el largó pasillo que conectaba con el laboratorio de Tamayo escondido trás la técnica de sangre del chico.

Giyuushino- No mires atrás, estas a salvo ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora