"...Un alma fuerte jamás nacerá de un paraíso... si no de un infierno..."
Cruel sortilegio a los ojos amenaza con humedecer e irrumpe el alma de pensamientos viles que provocan al menos hacer menos tortuoso el físico-punzante dolor de la lenta regeneración del cuerpo.
Los pulmones mantienen lapsos de nula oxigenación al intentar impulsarse de árbol a árbol. El detrimento de las filosas ramas que rasgan paulatinamente el haori mariposa no tenían intención de ser esquivadas, y el consecutivo resbalo por húmedos acantilados, ocasionaba un desgaste considerable en lo último resguardado en la fuerza del agarre de las filosas uñas de la dama.
El nudo en la garganta ahoga y no conduce más allá de pensamientos tóxicos, el reproche unipersonal jamás tuvo planificado perder a las pocas personas que más importaban en el mundo a consecuencia de sus propias decisiones; pero si la reencarnación lo concediera, si la vida misma se lo permitiera, definitivamente habría mantenido a esa familia a su lado, al igual como prometió hacer con los inciertos lazos familiares que su memoria nunca le permitiría recuperar.
Aún con la eterna inmortalidad de su lado, no existiría un pago lo suficientemente alto para devolverle la vida a los humanos que la dejaron vivir entre sus risas.
Shinobu ya no estaría más para la dama que le regaló a su rostro cientas de caricias como solo una verdadera madre hubiera hecho... tampoco junto al caballero que ayudó a nutrir su alma con consejos dulcemente bordados sobre lo valiente que siempre debía ser para ella y para los demás... y mucho menos volvería a ver a los niños que la permitieron estar ahí para verlos crecer, y que muy probablemente Shinobu hubiera seguido haciendo incluso después de verlos llegar a una edad muy avanzada.
Todos se habían ido...
-¿¡QUÉ FUE LO QUE LES HIZO?!, ¡¡¿QUÉ FUE LO QUE LE HIZO A MIS NIÑOS?!!
-¡TE ATREVISTE A ACERCARTE A LOS HUMANOS Y SOLO FINGISTE AYUDARME CON MI INVESTIGACIÓN!
El dolor de la pérdida quema, pero también es frío y filoso como un cristal de hielo que corta el alma de manera cruel al ligero desliz y sumerge voluntariamente en el infierno que ahoga con la fuerza del océano.
Arrastrando la pesadez de la tragedia sucedida cuál posiblemente ocurrió en el momento que Shinobu desvió a voluntad propia no volver junto a Tsutako la noche que volvieron a verse, quizá si hubiera podido cambiar el destino de los niños, quizá no... de igual manera, continuaría siendo una terrorífica circunstancia que jamás volvería a darle paz a sus emociones hasta averiguar si el horrible episodio de esa noche hubiera podido evitarse con ella entre los invitados.
Cientos de desenlaces diferentes pudientes en cambiar el destino de los Tomioka serían inesperadamente interrumpidos en el momento que Shinobu disminuyó su velocidad para enfocar la vista en el punto de inicio del gran bosque de glicinias que rodeaba la sede principal de cazadores de demonios.
Solo fue un instante el que le tomó recobrar nuevamente impulso con braveza; ingresó decididamente hacia el interior del repelente bosque anti-Demonios, que enseguida, y en consecuencia a lo que había sido injustamente transformada, el veneno producido por el polen de los pétalos de glicinia, fue inhalado involuntariamente por las fosas nasales de Kocho, quemando el recorrido del interior de la nariz hasta la tráquea como un potente gas tóxico que justo después de entrar al organismo e infectar la sangre, le es arrebatado el oxígeno a las células impidiendo la circulación de la misma.
La mariposa niega rendirse, carga con el deseo de los pocos demonios que anhelaron alguna vez enfrentarse a Muzan, llega mucho más lejos que cualquier otro demonio en la historia de los cazadores.
ESTÁS LEYENDO
Giyuushino- No mires atrás, estas a salvo ahora
FanfictionEn la era meiji ella se había convertido en demonio contra su voluntad. Aun trabajando estrictamente para Kibutsuji, los bellos ojos azules que contenían el sombro del mar del pequeño bebé azabache, podría ser su mayor adiccion que la llevaría a su...