𝘁𝗿𝗲𝗰𝗲 :: ¿𝗱𝗼́𝗻𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝘀?

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10:00 PM

Donghyuck se levantó llorando, había tenido otra pesadilla.

- Jaemin... -Sollozó diciendo su nombre completo.

Finalmente lo había logrado.
Finalmente había dicho su nombre.

Salió de su habitación y fue a la oficina de su padre donde este de encontraba trabajando.

Abrió la puerta y asomó su cabeza, Renjun ni siquiera despegó su mirada de su computadora.

El mejor entró abrazando a su cangrejito de peluche.

- Vuelve a la cama. -Habló sin siquiera mirarlo.

Donghyuck se acercó a su padre tirando de su saco para que viera las señas que haría y se pudiera comunicar con él.

Huang volteó.

"Tuve una pesadilla. ¿Puedes contarme un cuento?"

- Ya estás muy grande como para llorar una pesadilla. -Dijo su padre. -Eres un niño grande, tienes seis años.

"Pero no puedo dormir, tengo miedo, por favor."

- Regresa a la cama, ahora. Es una orden. -Dijo volviendo su mirada a la computadora.

Pero Donghyuck seguía llamándolo.

- Basta.

Pero de nuevo, Donghyuck insistía.

- Basta.

Donghyuck llamó nuevamente.

- ¡Basta! -Gritó enojado, a lo que él niño retrocedió asustado. -Ve a tu habitación, ¡Ahora! -Exclamó enojado.

El pequeño niño formó un puchero de llanto.

- T... Te... Te... -Donghyuck le aventó su amado peluche. -¡Te odio! -Gritó.

Y se fue llorando mientras corría de nuevo a su habitación.

Renjun soltó un suspiro pesado mirando al cangrejito.

Echó su cabello hacia atrás y siguió trabajando.

Por la mañana hablaría con él.

Tal vez.

----- 🐰🦊 -----

12:25 AM

Uno de los menores se levantó de la cama, miró al reloj y supuso que era una buena hora.

Empezó a cambiarse buscando un suéter y una chamarra abrigadora, sabía que hacía frío.

Su idea era ir a buscar a Jaemin, y si no acepta regresar, quería quedarse con él.

Se puso un gorrito y unos guantes.

Sacó las cosas de su mochila y metió una foto con él junto a Jaemin. Hace tiempo que se la habían tomado, y Jaemin se la había dado.

También guardó otro gorro, que en realidad era de Chenle, y una libreta junto a un color.

Subió a su cama y puso unas almohadas que fueron cubiertas por una sabana.

Después se puso unos tenis.

Posteriormente bajó a la cocina y guardó cinco galletas, un sándwich y un juguito de uva.

no te acerques a papá | renmin [NO EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora