𝗰𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲 :: 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗯𝘂𝗲𝗹𝗼𝘀

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Los cinco estaban tomando el desayuno junto a su padre y junto a YangYang, era demasiado incómodo.

- Ya es hora. - Indicó Doyoung, refiriéndose a que debían ir ya a la escuela.

Los niños no esperaron ninguna orden y solo se fueron corriendo, aunque no habían terminado su desayuno.

- Señor. - Llamó Jaemin.

Renjun levantó la mirada pero no volteó.

- Sus hijos me comentaron ayer que querían visitar a sus abuelos, ¿puedo llevarlos? - Preguntó.

- Los quiero aquí para la hora de cena. - Respondió levantándose para después irse, debía ir al trabajo.

Jaemin volteó con YangYang que seguía comiendo su desayuno mientras leía un libro.

- Gracias. - Habló Jaemin.

El otro volteó confundido.

- ¿Gracias? - Preguntó confundido.

- Por defenderlos ayer. No sé si lo hiciste por quedar bien o porque realmente te interesan, pero gracias. - Respondió Jaemin con una sonrisa.

- Te voy a ser sincero, supongo que en un principio odiaba a esos niños... pero... me enamoraron, y eso no lo esperaba... - YangYang sonrió viendo a las sillas vacías. - Lo hago por ellos, no por ti, no quiero tu gratitud... además... ¿ya que más puedo hacer? Los lastimé demasiado hace mucho...

Jaemin borró su sonrisa.

- Lo siento... - Susurró con la mirada perdida.

🐰🦊

- Mamá, es que debiste ver como los trataba. Son unos niños ¡por Dios! - Gritó molesto.

- ¿Y eso a mi que me debe de importar? No te casaste para tenerle lástima a cinco huérfanos. - Dijo du madre mientras se arreglaba un poco frente al espejo.

- No les digas así, tienen a su padre aún. - Dijo YangYang molesto. - Me quiero divorciar...

- ¡Tú no te vas a divorciar! - Gritó enojada.

- Renjun nos seguirá dando dinero por este niño ¿qué más quieres? yo ya no quiero seguir con él, esto fue tu idea.

- Tú no te vas a divorciar. No te seguirá dando lo mismo. - Respondió amenzante.

- ¿Sabes qué? Me voy, no se para que vine a verte. - Dijo tomando sus cosas.

🦊🐰

Al salir de la escuela, Jaemin fue por ellos en el auto donde Doyoung los recogía, los llevaría a ver a su abuelo.

- ¡Es aquí! - Gritó el niño menor emocionado.

La mujer de mayor edad salió con una gran sonrisa en el rostro.

Los niños empezaron a golpear la puerta del auto con emoción buscando abrirla.

- ¡Esperen, esperen! - Gritó Mark.

Los otros cuatro se quedaron quietos.

Mark pudo abrir la puerta, su plan era salir primero, pero sus hermanos fueron por encima de él.

En el camino a su abuela se empezaron a jalar y pelearse entre ellos para llegar primero.

Pero a final de cuentas se vieron atrapados por los brazos de su abuelo, y posteriormente de su abuela.

no te acerques a papá | renmin [NO EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora