𝘀𝗲𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮 :: 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗮 𝘀𝘂 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿

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Pasaron poco más de dos meses después de todo ese amargo momento. Mark, Chenle y Jisung habían regresado al mes a su casa, Jeno y Donghyuck se habían quedado para el resto de su rehabilitación.

Durante todo ese tiempo, Jaemin no dijo nada, para ambos seguía siendo el niñero. Jaemin no quería acelerar las cosas, quería que su pequeño estuviera completamente recuperado antes de que supiera todo.

Y, bueno, en cuanto el abuelo, no, no murió. La lesión que tuvo el hombre le trajo una consecuencia permanente, no podría volver a caminar. Lucas, Doyoung y Jaehyun declararon los hechos, se agregó el delito de intento de secuestro a cinco menores y el uso de armas ilegalmente, la muerte de su esposa y la otra mujer y algunos negocios sucios que encontraron en su registro. Para él hubo cadena perpetua, en cuanto a Lucas le dieron seis años por justificación de un psiquiatra quien también lo atendería durante el tiempo que estuviera en prisión.

Ciertamente esos dos meses habían de gran estrés para Renjun, entre los juicios, hacerse cargo de sus hijos e ir al hospital por los otros dos hacían que realmente no tuviera tiempo para tomarse un respiro, salvo por las noches cuando podía dormir poco y desahogarse con Jaemin, quien estaba dispuesto a escucharlo.

Aquel día, era un gran día para todos, pues les entregarían los últimos resultados de Jeno y Donghyuck.

Solo necesito que nos diga que están bien. — Dijo Jaemin con impaciencia.

Dijo que tardaría cinco minutos, ya son como diez. — Dijo Renjun caminando de un lado para el otro.

Disculpe la tardanza. — Dijo la doctora entrando a la oficina. — ¿Están listos para saber?

Ambos afirmaron con emoción tomando asiento inmediatamente.

La doctora abrió el sobre y empezó a leerlo manteniendo un semblante serio.

¿Qué dice? — Preguntó Jaemin sintiendo miedo por aquella expresión.

La doctora bajó la hoja doblándola nuevamente. No decía nada, y eso realmente los estaba preocupando.

Están bien... ¿verdad? — Preguntó Renjun con una gran preocupación levantándose de su lugar.

Señor... no se como decirle esto... — Respondió la doctora soltando un suspiro.

¡¿Qué tienen?! ¡¿Qué sucede?! — Gritó Jaemin desesperado repitiendo la misma acción de Huang.

La doctora ya no aguanto más y empezó a reír.

Renjun y Jaemin la miraban confundidos. ¿Qué le daba tanta risa?

Señores, sus hijos están mejor que nunca. — Dijo con una gran sonrisa. — Lo lograron. Sus hijos lo lograron.

Ambos adultos se abrazaron llenos de alegría soltando por fin un suspiro de alivio en todo ese tiempo.

Renjun cargó a Jaemin dándole una vuelta, y finalmente plantó un fugaz beso en sus labios.

Señores, por favor, no coman pan frente a los pobres. — Dijo la doctora soltando una corta risa.

Lo siento... Fue... La emoción... — Dijo Jaemin con cierta vergüenza.

No se preocupe, sólo bromeaba. — Respondió la doctora dándoles una pluma. — Solo necesito que firmen esto y pueden irse hoy mismo.

— No tengo cómo agradecerle todo lo que hizo. — Dijo Renjun tomando la pluma con una enorme sonrisa en el rostro. — De verdad muchas gracias.

no te acerques a papá | renmin [NO EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora