Podía verlo, casi tocarlo. Pero no era así... Se había ido, y esta vez para no volver más. Ese horrible cristal nos separaba de la realidad y aquella linda ficción que cómo nos gusta a los seres humanos.
Deposite un beso en las yemas de mis dedos y sentí mis labios terriblemente secos, descansé la mano sobre la superficie de madera y cerré los ojos. En esa fría caja ee yacía una de las personas que me habían llenado el corazón de alegría. Tenía tantas experiencias. Tantos momentos. Tantos recuerdos. Pero no eran más que eso, recuerdos.
Una última lágrima viajo por mi mejilla teniendo como destino ese viejo buzo que me ponía siendo pequeña. Mentí, porque aquella no fue la última lagrima y sabía que no podía engañarme diciéndome a mi misma que habría una última por un largo tiempo. Apreté los labios para evitar seguir llorando, pero era absurdo porque la sala estaba inundada de débiles sollozos.
Eche una última vista y sonreí. Tenía sus pocos cabellos peinados, su corbata favorita y esa vieja tarjeta de béisbol a un lado.
-Te voy a extrañar tanto -susurré.
Salí del pequeño lugar.
Al salir, el viento me pego de lleno en el rostro, me topé con decenas de miradas que no hacían nada mas que reflejar el dolor en ellos. Ajuste el cinturón de mi abrigo y corrí algunos mechones de mi rostro. Mordí mi labio inferior y finalmente camine hacia el grupo de personas que esperaban para darme el pésame.
Pero antes de ser capaz de reaccionar, me estrecho con tanta fuerza que llegue a sentir dolor, pero, era tan reconfortante, tan como en casa. Me deje llevar y n o me di cuenta de mis lagrimas hasta sentir la humedad bajo mis mejillas, podía llorar cuanto quisiera, podía gritar y dejarme caer, porque siempre, siempre, estaría para levantarme y ponerme sobre la tierra.
No me apartó, no me dijo o comentó algo, simplemente paso la palma de su mano una y otra vez por mi espalda, intentaba controlar sus espasmos, no quería que le viere así, quería estar fuerte para mi.
-Me duele, me duele como nunca Jenn-mi respiración parecía haber corrido un maratón en Nueva York, o peor, haber hecho una apuesta para ver quien aguantaba más bajo la pileta.
-Vas a estar bien -posó una de sus manos sobre mi cabeza incitándome a recostarme sobre su hombro- porque acá estoy. Vas a salir adelante y.. Y.. -se apartó para mirarme a los ojos pero sacudí mi cabeza.
¿Cuáles eran las palabras correctas para decir en un momento como ese?
Más de una vez, mi papá me dijo que el tiempo lo curaba todo y es verdad, el problema no esta en si lo hará o no, el verdadero problema es cuanto tiempo se requiere para sanar una agujero tan grande.
Siempre había pensando que la frase "Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" era tan cliché pero en realidad no podía comprobarlo hasta no perder algo. Y lo mas triste era que realmente sabía lo que tenía pero nunca pensé que llegaría a perderlo.
¡Ouch! todo lo que atravesaba por mi mente eran consejos que me había dado, preparándome para la vida, que en este momento no estaba marchando como hacia unos días tenía previsto.
-Llévame lejos de acá- quería gritarlo, pero sonó mas bien como un gemido.
Mi papá había decidido irse antes de lo esperado, mucho antes de lo planeado.
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Take Me Away [Orian]
RomanceEso es lo que haces cuando amas a alguien: peleas por él y nunca, jamás, te das por vencido. [Orian]