Capitulo 2.

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Tenía frente mío, aproximadamente ocho manuscritos por corregir que Marcó me había entregado unos minutos después de darme una advertencia sobre la puntualidad de la hora de llegada, a la que solo me salió susurrar un -no volverá a pasar-.

 Con todo eso, la mañana parecía transcurrir sofocantemente lenta, dejé mis anteojos de lectura a un lado del ordenador después de haber corregido tres documentos sin despegar los ojos de la pantalla y me dirigí a la sala de descanso para tomar un pequeño almuerzo, en el pasillo todos lucían tan frescos y sonrientes que me sentí intimidada al pasar por una de mis compañeras de piso.

-Ori -exclamó, tenía una sonrisa de oreja a oreja en el rostro. Sus rizos caían perfecta y coordinadamente sobre sus hombros y su brillo labial parecía tener mucho más brillo que cualquiera que haya visto antes.

-Hola Mariel, buen día.

Intenté sonar tan alegre como ella pero, mi falsa sonrisa me delató. Lo note en su rostro.

-¿Todo bien? Te noto re cansada y hasta algo pálida.

-¡Oh si! No es nada, simplemente ayer me quede despierta hasta tarde, y ya sabes que levantarme temprano no me viene muy bien-reí, y gracias al cielo Mariel también lo hizo.

-Claro, las mañanas son un delirio para todos 

¿Para todos? Lo decía la chica con el delineado de ojos perfecto y las mejillas perfectamente coloreadas pero antes de que pudiera responder ella volvió a hablar 

- Tengo de dejarte, Marco quería hablar conmigo esta mañana. -me dio un golpecito en el hombro y echo su cabello hacia atrás para tomar una bocanada de aire.

-¿Marco? ¿Todo bien con eso? -no pude evitar sentir intriga, tal vez Mariel también había llegado tarde y Marco quería darle otro de sus sermones. Pero... Mariel era la empleada ejemplar, su fotografía siempre estaba en el marco de plata. Donde cada mes se nombraba a un empleado "superestrella". Tal vez...

-¿Ori? -sacudí mi cabeza, Mariel me miraba con el ceño fruncido frente a mi. -Te colgaste -rió ¿Cómo alguien podía tener tan buen humor? Jenny, pensé.

-Lo siento, me quede pensando en... ¡Bah! Nada, no interesa

-Te decía que Marco quería verme por algo de un nuevo empleado, así que me tiene sin cuidado. Igual debe estarme esperando ya, me tengo que ir -acomodo el cuello de su camisa y planto un beso en mi mejilla -Nos vemos en un rato linda.

Me tome todo el tiempo del mundo en tomar el almuerzo y volví a la oficina a terminar el resto del trabajo. Pasado mediodía, apague el ordenador, me colgué el bolso en el hombro y salí por la puerta de mi oficina rogando internamente no encontrarme a nadie en el pasillo.

Para mi mayor suerte las demás oficinas están desiertas y el resto del pasillo también, al salir del ascensor una ola de loción masculina me llenó las fosas nasales. Marco estaba frente a mi hablando tranquilamente con otra figura masculina, no la reconocí. Estaba de espaldas y con las manos en los bolsillos asintiendo lentamente. -Que cuerpo- pensé.

Marco levanto la vista y me sonrió, levanto la palma de su mano en forma de saludo y espero el mío de vuelta. Incline la cabeza hacia adelante y una vez mas fingí una sonrisa. El otro sujeto siguió con la plática y yo seguí mi camino hasta la entrada. Quería ir a casa, ¡Ya!

De camino a casa pare en uno de los restaurantes de comida china y pedí suficiente para aproximadamente un grupo de amigos de doce personas. Venia siendo equivalente a Jenny y a mi. 

-¿Comiste? -teclee en mi celular mientras el semáforo permanecía en luz roja.

-Sigo en la oficina 😭

-Es tarde ¿pasó algo?

-No no nada. Salgo en 10 mins chau

Reí, abrí su perfil y me perdí mirando su foto, aparecía ella con una caja de pochoclos enorme y parecía estar en medio de una carcajada. Pablo la sostenía por la cintura y reía también. Tenían mas de tres años juntos, y podría jurar que les aguardaban muchísimos mas, su relación era mas como mejores amigos que como novios.

Sonreí embobada pero el sonido de varias bocinas me saco de mis pensamientos y tuve que sacar mi mano de la ventanilla para disculparme al ver que la luz del semáforo estaba en verde.

Cuando Jenny llegó no mencionó nada al ver la cantidad de comida simplemente me beso la mejilla y puso dos platos en la mesa, me contó su día en el trabajo y yo también le mencione algunas cosas, el regaño de Marco y la extraña platica con Mariel en el pasillo.

-A ver si entendí ¿hay empleado nuevo? -sonrió picara y se levanto a dejar ambos platos en la cocina.

Me atragante con el agua y reí.

-No da que me pongas esa cara -reí- encima ni lo conozco ni se su nombre nada, a mi nadie me ha dicho nada

-No te hagas la desinteresada Oriana, que desde Marte se te ven las ansias -grito desde la cocina

Negué con la cabeza y me dispuse a levantar en resto de cubiertos que había en la mesa, mientras Jenny lavaba los trastes revise mi celular. Nada, ni un mensaje, ni una llamada de Nicolas. Tal vez no quiera saber nada mas de mi, pensé. Suspire, Jenny lo notó pero no menciono nada, solo me sonrió con una tranquilidad tremenda.

-¿Como decís que se llama ese empleaducho nuevo?

-Y dale con el tema, ¡ya te dije que no lo conozco Jenny! 

Una de las desventajas de contarle a Jenny algo sobre un chico era que era imposible sacárselo de tema. Se hacía la cabeza y casi creaba un historia entera. 

Sonó el timbre unas cuatro veces seguidas y enseguida me tense, no tenia ánimos para hablar con Nicolas, ¡ah! pero si quería que me escribiera ¿no? Mas histérica no podes ser ¿no Oriana?

-Es Pablo gorda, ¿podes abrir? voy a lavarme los dientes no tardo. 

Me dirigí a la puerta arrastrando los pies y me encontré con Pablo de espaldas con las manos en los bolsillos. Lo hice pasar y me disculpe con la excusa de un terrible dolor de cabeza. A los 15 minutos Jenny entró a mi habitación con un jugo de naranja.

-Yo no te creo eso de "me duele la cabeza" -exagero haciendo mueca de mina sufrida y no pude evitar reirme -Te dejo esto, ya nos vamos. Cualquier cosa llamame ¿si? 

Asentí desganada y me acurruque un poco mas en las cobijas.

Me puse los auriculares y seleccione mi lista mas vieja rogando internamente que con eso lograra conciliar el sueño, cinco minutos después justo cuando estaba a punto de ser llevada por Morfeo, la canción se interrumpió por una estúpida notificación.

Nico: Ori, ¿estás?

Take Me Away [Orian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora