Tomé un pequeño sorbo del horrible café y acomodé la taza entre mis piernas. Julian me miraba expectante desde el otro lado del escritorio mientras esperaba una respuesta con el teléfono pegado a la oreja.
Fijé mi vista en sus dedos, que se movían inquietos sobre la mesa.
-No responde.
Levanté mi vista y salí del pequeño trance.
-Ya fue, a la salida paso por su oficina, seguro está en alguna reunión o algo así.
Terminé de beber mi café y miré la hora en mi reloj de mano, era casi media mañana y no había hecho nada de mi trabajo pendiente. Me miró fijo y movió repetidas veces sus labios como si estuviese pensando demasiado las palabras antes de hablar.
-¿Sos claustrofóbica?
Lo miré confundida y casi me desmayo cuando vi su media sonrisa asomar.
-¿Por lo del ascensor decís?
Asintió con una sonrisa burlona en los labios y peine mi cabello torpemente, avergonzada de la cara de estúpida que debía tener.
-Algo así -reí- cuando era pequeña mi hermana me encerró en un armario jugando y bueno, nadie lo notó hasta unas horas después.
-Y bueno como no vas a estar traumada entonces, te escuchabas un toque alterada
-Un toque, si -reí nuevamente y él me acompaño -Igual gracias por preocuparte, ¡ah! Y por salvarme, como por milésima vez desde que te conocí.
Negó brevemente y rodó los ojos.
-No es nada Oriana
Miró hacia la ventana y apretó el puño en su mano, me puse de pie y le dediqué una sonrisa cuando fijó su mirada en mi, volví a mi escritorio y me dediqué a trabajar las siguientes dos horas.
(...)
Suspiré y entrelacé mis dedos sobre el escritorio, después de mantener toda mi concentración en la edición de un escrito, despegué mi vista de la lámpara frente a mi y finalmente carraspee tras haberle dado un par de vueltas al asunto los últimos veinte minutos.
-¿Por qué nunca me dijiste que estabas de novio?
Del otro lado de la oficina, Julian se sobresaltó al escuchar mi voz y me miró confundido intentando captar mis palabras. Mordió levemente su labio inferior y negó lentamente con la cabeza.
-Eso, estaba.
Apreté los labios y tragué con dificultad, miles de Orianitas bailaron dentro de mi.
-Tal vez si no te lo dije fue porque no me lo preguntaste ¿no lo crees?
Me encogí de hombros y de pronto me pareció muy interesante el color de mis uñas.
-Por cierto ¿A qué viene esa pregunta tan repentina?
Limpié el sudor de mis manos en mi falda y rasqué mi barbilla inconscientemente. ¿Qué me importaba si estaba de novio o no? Era solo mi vecino... Y mi compañero de trabajo... Y bueno la persona que me había rescatado quien sabe cuantas veces pero que estuviera de novio o no, no venía al caso conmigo.
-Nada, simple curiosidad
La curiosidad mató al gato, pensé. De un momento a otro el ambiente se puso tan tenso que juré que podía cortarse como papel, me puse de pie y rodeé mi escritorio para abrir las ventanas a mi costado, me puse de puntillas y salté para alcanzar el segurito de acero.
Casi me infarto cuando sentí su respiración en mi cuello, se me erizaron los bellos de todo el cuerpo y tuve de sostenerme del ventanal para no caerme. Colocó una mano en mi cadera y con la otra fácilmente abrió la ventana, me giró lentamente y acomodó un mechón de cabello detrás de mi oreja.
-No se si lo sabes -susurró -Pero la curiosidad mato al gato.
Reí apenas, mis ojos insistían en clavarse en sus labios pero no iba a ser yo la que cayera. Subió su mano hasta mi cintura mientras que la otra tomaba mi nuca para cortar esa mínima distancia. Cerré los ojos y espere la presión en mis labios pero justo cuando empezaba a saborear su respiración el teléfono en su escritorio comenzó a sonar. Abrí los ojos de golpe y me escabullí de sus brazos. Bufó molesto y se apresuró a atender
-Si, un par de veces, ajá
Rascó su nuca y me miro fijamente, froté mis manos incómoda y desvié la mirada
-Problema con el ascensor otra vez, seguro
Mantuve mi mirada en el suelo pero la levanté nuevamente cuando escuche que Julian dejaba el teléfono sobre la mesa
-¿Era Mar..
No me dejó terminar, me tomó de la cara con ambas manos y sin mas rodeos me besó. Me besó como si hubiera estado conteniéndose toda la vida. Me besó como si hubiera estado esperando para hacerlo.
Me condujo a ciegas hacia atrás y ágilmente me sentó sobre el bufete importándole un pepino que haya estado lleno de papeles. Se colocó entre mis piernas y dejé salir un largo suspiro, nos separamos con las respiraciones entrecortadas y nos miramos, no podíamos sacarnos la mirada de encima, acarició mi mejilla lentamente y volvió a mis labios.
-Oriana, Julian.
La puta madre.
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Con la ayudita de María, para Mar 💛
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Take Me Away [Orian]
عاطفيةEso es lo que haces cuando amas a alguien: peleas por él y nunca, jamás, te das por vencido. [Orian]