Take Me Away [Orian]

Capitulo 10.

Espectacular forma de despertar un sábado, me levante malhumorada frotando mis ojos y arrastre mis pies hasta el baño, me cepille los dientes y ate mi cabello en una coleta alta.

Camine hasta la cocina y casi me mato tropezando con mis tacos de la noche anterior. Puse a tostar unas rebanadas de pan y encendí el botón de la cafetera. Espere pacientemente recargada sobre la mesada golpeteando mi barbilla con los dedos. Era un excelente momento para repasar todo lo que había pasado la noche anterior, sonreí inconscientemente pero saudí la cabeza negándome al instante. "No Oriana, no" me repetí.

El tostador soltó el clásico timbre avisando que las tostadas estaban listas así que saque un plato de la cómoda y unte el pan de mantequilla. Llene una taza con café y le metí dos cubitos de azúcar y una ramita de canela saque un paquetito de Aspirina del cajón y puse todo junto en una bandeja. Deberían darme un premio por la mejor amiga o algo así.

No me moleste en tocar ni mucho menos en desocupar una mano para poder abrir la puerta ¡ha! Empuje la puerta con mi pie y entre esperando encontrarme con Jenny desparramada a media cama pero me lleve la sorpresa de encontrarme con la cama hecha un lío y un olor asqueroso. Pero Jenny no estaba, deje la bandera en la cama y toque la puerta del baño y entre sin recibir respuesta.

Me tape la boca intentando ahogar la carcajada que quería soltar, quería capturar el momento, Maria Eugenia literalmente dormida abrazada al retrete. "Esta imagen sería viral en internet" pensé.

-Dale Maria Eugenia, levantate -abrí las cortinas de la habitación y encendí el ventilador, apestaba como si un muerto estuviera bajo la cama

Jenny se quejo y comenzó a estirarse, aproveche para hacerle un rodete en el cabello y comenzar a llenar la tina.

-No me acuerdo de nada, me siento pésimo Ori -frotó sus ojos y casi logra comprarme con el puchero que hizo

-Y no era para menos, el lugar entero te tomaste Jenny -reí

La ayude a ponerse de pie y la deje sola para que se diera un buen baño, limpie un poco la habitación y me en el sofá sinceramente no quería echarme en la cama.
Revise whatsapp y entre al chat de "extraño" estaba en linea. Sentí como se encendían mis mejillas y me sudaban las manos.

-Que horror Oriana, mira como te pones por un pibe -susurré

Cerré la aplicación y bloquee el celular, todavía me quedaba un poco de orgullo de mina, iba a esperar a que fuera él el que me hablara. Me quede un rato en Tumblr haciéndome tonta mientras esperaba que Jenny terminara de bañarse.

Me desperté sobresaltada cuando escuché un golpe agudo en el suelo.

-Perdón -rió Jenny levantando la cuchara que había tirado -Volve a dormir

Negué con la cabeza y me refregué los ojos, no se cuanto tiempo había dormido pero Jenny ya estaba cambiada y con el cabello escurriendo sobre su espalda. Me estiré y me trono toda la columna mas o menos, por eso odiaba dormir en el sofá. Me levante y me eché a la cama con Jenny mientras ella acababa su desayuno.

Me contó de lo que se acordaba y de algunos flash que le venían de repente. No mencionó nada de Julián así que yo cerré el pico y no dije nada tampoco.

-Igual como que me acuerdo que venía en un auto y vos estabas de copiloto y luego reiste -me tensé -pero ya no me acuerdo mas, me dormí de nuevo

-Ah claro, venías parloteando a ratos -reí -Tomate dos pastillas, te vas a sentir mejor.

Tome la bandeja de la cama y la llevé hasta la pequeña cocina. Me puse a fregar los poquitos platos que había y encendí la televisión. Quería distraerme, evitar a toda costa estar checando el celu. Si no me hablaba me iba a decepcionar y si me hablaba, solamente me iba a ilusionar. No sabría cual es peor..

-Ori -comentó Jenny entrando en la cocina

Levante la cabeza, y me miro extrañada.

-¿Vos te chapaste a Julian?

La puta madre.

Le explique todo con detalle mientras ella solo se limitaba a asentir y soltar uno que otro grito. No me reto ni me dio un sermón o algo así. Simplemente me dijo que me animará y "nos" diera una oportunidad. Y eso sinceramente me dejo muy muy tranquila.

Jenny se fue a su depto a lidiar con su resaca y a intentar hablar con Pablo, que se había molestado un poco la noche anterior. Yo me quede en casa, partiendome la cabeza porque Julián no me había mandado nada. Me debatía entre hablarle y no hacerlo.

"Te cocinaré durante un mes" recordé.

Me reí para mi misma, era lo mas, tenía la excusa perfecta.
Estuve un poco mas de dos horas arreglándome, le conté a Jenny por whatsapp y le pareció excelente la idea.

Me pase un dedo por los labios eliminando el exceso de brillo labial y volví a acomodar mi cabello tras la oreja. Me puse perfume y tome mi cartera.
Salí de mi depto con las manos temblando y respire antes de tocar la puerta. Pero antes de que mis dedos tocaran la dura superficie, frené.

Se escuchaba una discusión, me acerque un poco mas a la puerta para escuchar mejor pero no se diferenciaba bien. Eso si, era una discusión entre una mujer y Julián.

-Basta Julián, si vine es para estar bien -escuché

Tomé valor de no se donde y golpetee la puerta. Respiré muy profundo y espere unos segundos que fueron aproximadamente ochocientos años para mi.
Julián abrió la puerta de golpe, tenía el cabello revuelto y tenia los puños apretados. Y estaba en cuero por supuesto. Me arrepentí al instante de estar parada frente a él.

-Hola -dije tímida -Venía a cocinarte pero creo que no es un buen momento

-H-hola Ori

-No pasa nada, puedo cocinarte otro d...

-¿Que pasa Julian? ¿Quien es? -me interrumpió una voz chillona que me molesto en cada maldita célula del cuerpo

-Nadie, ya vuelvo -fruncí el ceño confundida y el solo rasco su barbilla nervioso.

Que Dios no me diera la razón y estuviera muy equivocada en lo que pasaba por mi mente. Por favor.

-Lo siento. En realidad no es un buen momento Ori, preferiría que fuera otro día -asentí confundida

-Claro no pasa na..-otra vez me interrumpió esa fastidiosa voz. Pero esta vez venía acompañada.

-¿Que pasa por que tardas tanto?

Sentí todas mis fuerzas caer, toda la dignidad que tenía estaba tres metros bajo tierra. La mina que tenía frente mío me examino de pies a cabeza y me miro interrogante.

-Sabri, ella es Oriana mi vecina de enfrente. -miré incrédula a Julián

-Hola -sonrío falsamente la mina plástica

-Hola -respondí seca

-Ori, ella es Sabri

-La novia -se adelanto.

Y en ese momento juro haberme arrepentido de conocer a Julian Serrano.