🟣 Wishlist [MYG]

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Todo, Todo.
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        —¿Tienes un condón?—le cuestionó su amiga a la derecha en voz baja.

El contrario sólo volteó para mirarla con el entrecejo fruncido y soltó el lápiz de mala gana sobre su libreta con apuntes de la recién clase.

—¿Por qué crees que yo tendría uno?—cuestiono encorvando una de sus cejas.

Yoongi a veces se cuestionaba cómo es que podía seguir siendo amigo de alguien tan descarada como Harriet.

—¡No me mires así Min!—exclamo dejando caer su cabeza sobre el pupitre—Iremos a la casa de Somi después de clases y fumaremos hierba en su sótano, In-guk llegará después, sabes que puede pasar cualquier cosa ¿No?

—No tengo ni idea de lo que me estás hablando.

—Pues estas con una experta, escucha...

Pero el peli negro se hizo a oídos sordos, definitivamente no quería escuchar nada acerca de las experiencias de aquella peli rosa, y simplemente dejo de prestarle atención cuándo notó que aquella chica nueva caminaba por el pasillo mientras cargaba una cubeta con agua.

—Aja, mmm, lo conseguiré para ti—dijo levantándose abruptamente de su silla, silla que quedó en el piso.

—¡¿Qué!? ¿Enserio lo harás?—soltó sorprendida por tal respuesta—¡Min! ¿A dónde mierda vas?

Pero el peli negro salió del salón sin hacer caso omiso a tal llamado, sin responder tal pregunta, observó hacia ambos lados del pasillo, y una vez logró visualizarla, camino con paso apresurado hasta igualarla.

—Te ayudo—soltó quitando aquella cubeta de sus manos tomándola completamente por sorpresa.

—Oh, g-gracias—susurró Jun Seo ruborizada.

Los dos siguieron caminando sin decir nada más, algunos alumnos no podían evitar apartar la mirada de ellos, y ¿Cómo no hacerlo?. Min Yoongi era conocido por su seriedad y fracasos al socializar. Bae Jun Seo era la chica nueva de ciudad.
Y que esos dos estuviesen juntos, definitivamente era algo de lo que podía hablarse.

—No quiero llegar a casa tan temprano, así que me ofrecí a lavar el salón de música—explicó la chica para cortar el silencio que se había formado.

—Qué coincidencia, yo tampoco, así que justo iba hacia allá—respondió el chico.

Pero no era verdad, básicamente su cuerpo lo había obligado a alcanzarla, y sabía lo que le esperaba con su madre si volvía a llegar tarde. Más no le importaba.

Después de unos minutos, llegaron hasta el salón de música, que ahora se encontraba vacío y se adentraron a él. Min dejo la cubeta sobre el suelo, y comenzó a levantar todos los instrumentos para disponerse a limpiar.

—Oh, no hace falta que me ayudes Min—le dijo la peli negro avergonzada.

—Quiero hacerlo, no me molesta—contestó, e incluso él se sorprendía por su repentino cambio de actitud. Muy, muy repentino cambio.

Nuevamente el silencio reinó entre ellos dos. Para evitar la incomodidad que poco a poco los envolvía, Yoongi diviso una vieja guitarra color negro recargada sobre la pared, y aprovechando que ella se encontraba ocupada, la tomó.

Al instante, él acorde Re inundó el salón, llamando la atención de la chica, quien se giró automáticamente cruzando mirada con él.

—¿Sabes tocar?—cuestiono el peli negro tendiéndole la guitarra, la cual tomó ella un poco indecisa.