🟣 Wishlist [MYG]

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La Chica Nueva
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        —¿Qué es lo que más deseas Min Yoongi?.

Estaba cansado de escuchar eso todo el día, todos los días.
Aquella chica de cabello negro con destellos dorados se lo preguntaba siempre, sin falta.

—Si tuvieses la oportunidad de pedir lo que fuese...¿Qué desearías? Dime, yo cumpliré tu deseo.

Sin embargo aquel muchacho de pálida tes nunca podía responderle pese a que parecía ser una pregunta lo bastante sencilla.

Un deseo.

¿Sólo uno?

Para empezar, aquel peli negro seguía creyendo en eso que su abuelo le decía cuando aún era pequeño: "Los deseos si se cuentan, no se cumplen"

En sus cumpleaños cuando se encontraba frente a aquellas velas del pastel, su padre le susurraba al oído con dulzura: "Pide un deseo campeón y sopla las velas". Con su abuela era distinto, ella decía que cuando se le cayese una pestaña, soplara para hacerla volar mientras deseaba algo, lo mismo pasaba con su madre y aquellos dientes de león en su patio trasero.

Pero fuese de la manera que fuese, siempre existía una regla: No puedes contarle a nadie, porque entonces tú deseo no se cumplirá.

Yoongi siempre deseaba en silencio, y jamás hablaba de lo que había deseado para mantenerse seguro.

Sin embargo, aquella extraña chica...¿Quería que le contase? ¿Aseguraba cumpliría lo que más quisiese? ¿Era alguna clase de genio de la lámpara y veía a Min como su Aladdín?

Y...en caso de que pudiese concederle, un deseo no era algo que podía tomarse a la ligera, tenía que pensar bien, pacientemente, no podía pedirlo así como así actuando impulsivo.

Ni siquiera sabía con exactitud cuándo es que aquella joven había irrumpido en su vida de esa manera...de un momento a otro, simplemente se encontraba siguiéndola, si...él la seguía, pero; ¿Por qué?

Bueno...Todo comenzó un día cálido de primavera.

Un rumor comenzaba a esparcirse por toda la escuela, de boca en boca desde que se mostró en la pizarra dé anuncios:

"Una alumna nueva sería transferida a mitad del segundo año"

Y por supuesto era una novedad, ese era el tema del que todos hablaban. Había rumores de todo tipo por los pasillos.
"Escuche que es una chica muy bonita"
"Yo oí que la expulsaron de su antiguo colegio"
"Dicen que es de la ciudad, seguro debe tener mucho dinero"

Para Min Yoongi todos eran viles rumores, nada de lo que decían podía ser cierto, nadie la había visto, no la conocían, por ende no podía creerlo.

—¿Escuchaste lo de la nueva?—pregunto Harriet tomando asiento a su lado.

—Cómo no hacerlo, es de lo que todo el mundo habla, ¿También lo harás tú? —le respondió sobando su sien en círculos por tal estrés ocasionado en su persona.

Tampoco es como si le interesara mucho, últimamente no lograba interesarse en nada, aún así no quería ser grosero con su amiga, pero bastante estresado ya estaba con las próximas evaluaciones, no podía gastar su tiempo y saliva en cosas absurdas como esa.

—Yo sólo lo decía para establecer una sana conversación—le contestó su amiga burlona—Pero alguien está de mal humor.

El peli negro no respondió nada, sólo se limitó a pasar de pagina, y mientras su compañera sacaba los libros de la mochila, sólo giró y observó el patio desde la ventana, donde el sol se asomaba. Era un pequeño pueblo dentro de Gongju, la mayoría que los rodeaba era campo, y aunque pudiese parecer un poco fastidioso para otros, para él era completamente refrescante y liberador. La escuela a la que asistía no era la excepción, la construcción era vieja, sus muros de mampostería tenían fachadas recubiertas, con grandes patios de sillarejo rematados por marcos. Cualquiera que no viviera por ahí, lo confundiría con los viejos internados de Santa Lucía.

El tiempo siguió pasando en un abrir y cerrar de ojos, todos los alumnos ya se encontraban dentro de su respectiva aula, la profesora Yon, (su tutora), se hizo presente con la susodicha detrás suyo, aun así, Min no despegó ni por un momento la mirada de la ventana, más sin embargo escuchaba atentamente. Ese siempre había sido su fuerte

—Es un placer conocerlos a todos, mi nombre es Bae Jun Seo—habló seguramente después de recibir un gesto por parte de la maestra—Espero llevarme bien con todos ustedes.

"Maldita mente extrovertida" fue lo primero que pensó aquel joven con fastidio, no era necesario verla o conocerla para saberlo, simplemente bastaba con escuchar el tono implementado en su voz, incluso podía imaginársela y eso sólo le aburría, pues en el fondo, muy en el fondo esperaba algo más interesante. 

—¿No te parece su nombre poco común?—le habló Harriet en un susurro.

—Si lo oyera en las calles, pensaría que se trata de un chico —respondió acompañado de un suspiro—En efecto, no es común.

—De chico no tiene nada, los rumores son ciertos, es muy bonita—admitió su compañera.

Fue gracias a ese comentario que el chico mando la orden a su cerebro para desviar la mirada hacia ella, y así lo hizo, automáticamente una ceja se alzó por la confusión que sintió...se había equivocado en cómo la había imaginado con anterioridad.

La tal Jun Seo no tenía una estatura baja, al contrario, bien podía rebasar el 1.70, pero sin llegar al 1.75, su cabello era completamente negro en la oscuridad, pero en el sol destellos dorados aparecían y rebasaba la mitad de su espalda, además, aquella sonrisa que creyó que tendría dibujada como si la mandíbula no le doliese, no estaba. Se hallaba inexistente.

La observó hasta que tomó asiento en la fila a su derecha, dos bancas al frente.

Cuando la tutora salió, dos de sus compañeros se acercaron a ella seguramente para indagar en su vida privada, segundos y miles de preguntas después, un grupo de chicas los corrió diciendo que no la molestaran. Y con una expresión neutra, él lo vio y escuchó todo, desde la incomodidad que trasmitía la nueva, hasta la hipocresía de todos, pero fue todo, desvío la mirada y la sacó completamente de sus pensamientos con desinterés, sólo se dispuso a prestar atención, pues su primera clase estaba comenzando, y eso si era importante.

Si algo odiaba Min Yoongi era involucrarse con las personas de su clase.