-Escúchame Christopher, ellos no están respetando nuestra alianza.- Decía Thomas.
-Relájate, son muchachos tontos, Richard y Carlos no dejarán que algo así se vuelva a repetir.- Dijo calmado el otro rubio.
-Sabes que su líder supremo también se está muriendo, ellos necesitan atacar, sabes que no son confiables.- decía algo desesperado el hombre viajando de lado a lado en la habitación.
-Tal vez no lo son, pero no pueden deshacer el tratado que se firmó. Eso sería su sentencia. Ellos son así, es su naturaleza, son sólo muchachos tontos.
-¡Casi matan a mi hijo!- se exasperó Thomas.
-Sam es un muchacho listo, es fuerte, de no ser así ya estaría muerto.- Dijo sincero.
-Eso lo dices porque no fueron tus hijas a quienes amenazaron esos salvajes.
-Brittany y Alex también son inteligentes ¿Acaso dudas de ello?- Preguntó Christopher seriamente levantando una ceja.
-No, claro que no...
-¿Entonces?.- Sonrió con simpatía.- Escucha, ve a tu casa, felicita a Sam por su buena defensa y vive un buen día más. Ya mañana serán las reuniones y podrás preocuparte por ello todo lo que quieras.- concluyó el hombre con una sonrisa amistosa y sincera.
-Tenías que ser un Cabadi del agua.- dijo con poca seriedad.
Después de un rato Thomas salió de la casa de los Pierce para dirijirse a su propio hogar.
-Hola papi.- Saludó Brittany, la hija mayor de los Pierce, mientras bajaba por las escaleras.
-Hola mi cielo.- Dijo el hombre abrazando gustoso a su hija.- ¿A dónde vas tan linda?.- sonrió.
-Voy a salir con Kurt, vamos al centro comercial, ya sabes, hoy hay rebajas.- dijo Brittany entusiasmada y con una sonrisa adornando su rostro.
-Está bien cariño ¿Sólo irás con Kurt?.- preguntó su padre con una ceja en alto.
-Síp, te veo en un rato.- Dijo Brittany dando un beso en la mejilla de su padre.
-Está bien, no llegues tarde. Y espero que sólo sea Kurt porque si me entero que estuvo Quinn con ustedes vas a estar castigada ¿Entendiste?.- dijo con seriedad pero sin llegar a ser severo.
-Nada de Quinn papá... Adiós.- Dijo la chica, dando un beso en la mejilla de su padre, antes de salir e ir a la casa de Kurt.
Ya en el centro comercial, se sentaron en el área de comida.
Ellos eran buenos amigos, al igual que sus padres. Ellos pertenecían a la nación del agua. Eran muy amistosos, aceptaban a todos sin importar sus diferencias, principalmente porque Kurt había sufrido rechazo al declararse abiertamente gay.
Esa tarde esperaban a Quinn y Amy, quienes pertenecían a la nación del aire, ellas eran sus más grandes amigas.
-Mira, ahí vienen.- señaló Brittany, agitando su mano con entusiasmo en forma de saludo para sus amigas.
-Hola chicos.- saludó Quinn al llegar a la mesa donde se encontraban Kurt y Brittany disfrutando de una bebida de frutas.
-¿Por qué demoraron tanto?.- preguntó Kurt
-¡Oh! Ya sabes, mi papá y esos asuntos. Qué con quién íbamos, qué a dónde, y a qué hora regresamos...esas cosas.
-Bueno bueno, como sea, ya vámonos que las ofertas se acaban chicas.- canturreó un Kurt entusiasmado.Aquellas salidas eran ya comunes para los chicos, que se conocían desde muy pequeños, y se habían tomado cariño con el paso de los años. Fue realmente devastador para todos saber que aquella estrecha relación que tenían era inaceptable, a pesar de que sus naciones estuviesen aliadas, ellos no podían pasar de ser más allá que compañeros de batalla, y su relación no podía llegar a más de lo formal, pues al fin y al cabo sólo podía haber una nación vencedora ¿no?
A quien más afectaba la horrible situación era a Brittany, pues ella consideraba a Quinn su mejor amiga y a Amy como su otra hermana menor, era obvio que Quinn también pensaba lo mismo de Brittany, sin embargo, no podía llegar a tocar el grado de intensidad emocional como la otra rubia lo hacía, porque bueno, Quinn tenía muchísimos amigos en la escuela, ella era muy popular, además tenía ese fantástico novio y a su increíble hermana menor, tampoco era que Brittany la envidiara, de cualquier forma ella no quería tener demasiados amigos si ninguno la iba a valorar del todo, ni tampoco quería al novio perfecto, ella sólo quería a alguien a quien amar y que la amara también; y bueno, ella también tenía una hermana pequeña, pero ese era el problema, su hermanita era demasiado pequeña para entenderla, y eso era lo que más temía, perder a su mayor confidente y casi hermana.Para ella, esas salidas eran lo mejor, aunque la mataba la culpa por engañar a su padre, era un precio que tenía que pagar por aquellos momentos de felicidad.
¡PUM!
-¡Oye fíjate, idiota!- gritó la chica con la que la rubia había chocado mientras se encontraba sumida en sus pensamientos.
-¡Brittany! ¡¿Estas bien!?- corrieron en su ayuda sus amigos, ayudándola a levantarse.
-Sí, claro que...
-Fíjate por donde caminas idiota.- dijo la otra chica muy enfadada, sobre todo porque le había tirado enzima toda la malteada de frutas.
-Yo.. Yo lo siento...-balbuceó Brittany consternada, tratando de ayudar a la muchacha, pero esta la apartó de un empujón.
-No te disculpes Brittany, también fue su culpa.- Recriminó Quinn, enviando una fiera mirada a la chica frente a ella.
-¡Tú no te metas, niña!.- vociferó.- Y es obvio que no fue mi culpa, esta idiota no debería de andar caminando por aquí, es una amenaza pública.
-¡Cierra esa maldita boca, idiota!- Le escupió Amy las palabras, dando un paso al frente y señalándola de forma amenazadora con el dedo.
-¡Amy, no te metas!- reprendió Quinn, sabiendo que si su hermana se metía en el asunto la cosa terminaría en un funeral y ella en la cárcel.- Escucha, estúpida, Britt no es ninguna amenaza pública, en todo caso, amabas tuvieron la culpa, tú tampoco parecías estar muy concentrada en tu camino o de otra forma la hubieras esquivado y nada de esto hubiera ocurrido.- concluyó la rubia, dejando por un momento con la boca cerrada a la otra chica.
-¡Mejor ya cállate! ¡Ya te dije que...
-¡Santana! ¡Por Dios mujer! ¿Dónde carajos te metes?- gritó Puck mientras
Se acercaba junto con Reagan y Reachel.- ¡Vaya! ¿Y esta rubia quién es?- dijo el chico mirando coqueto a Quinn.-Es sólo una imbécil, Puckerman.- soltó la morena.
-La imbécil eres tú.- volvió a hablar Amy, tratando de acercarse más a la morena, pero el brazo de su hermana la detuvo.
-Ya te dije que no te metas, Amy.- volvió a regañarle Quinn.- Mejor vete con Brittany y Kurt.
-¡Agg! Siempre arruinas la puta diversión.- dijo la chica antes de salir muy enfada en dirección a Brittany y Kurt.
-Santana, ¡Diablos! Ya no te metas en problemas, por tu estúpida culpa nos van a castigar de por vida.- habló Rachel con frustración.
-¡Cállate elfo! Siempre arruinas todo.- se quejó Santana.
-Mejor haz caso a tu amiga Santana, no vaya a ser que tu mami te venga a dar un jalón de orejas.- dijo Quinn con cierto tono despectivo.
-¡Te dije que cerraras la maldita boca!.- gritó López, antes de aventar a la rubia contra la pared.
Quinn como pudo le dio un par de golpes y rasguños, la cosa se estaba poniendo fea. A media pelea, Quinn lanzó de una patada a la morena y esta calló en el piso, la furia la llenó más; con todo su enojo se levantó y corrió hasta la rubia para azotarla con fuerza nuevamente en la pared, y sonreía triunfal.
-¡Detenla Puck!.- gritó Rachel, sabiendo que lo que se aproximaba era la imagen de la latina rostizando el rostro de la otra chica.
A Santana le brillaban los ojos de tan sólo pensar lo que iba a hacer, ya comenzaban a asomarse unas llamas en sus dedos, cuando Puck la jaló con fuerza por la cintura, inmediatamente Quinn corrió a ver a Brittany, quien ya se encontraba hecha una mar de lagrimas.
Por otro lado, Amy corrió hacia donde estaba Santana a comenzar otra pelea, comenzó a darle un par de golpes con Noah en el medio tratando de impedir que las chicas se golpearan, Kurt la alcanzó y con fuerza la jaló del brazo.
-¡Amy!.- Reprendió Hummel.- ¡Ya basta! vámonos, ¿sí?, no vale la pena pelear con ellos, ya lo dijiste tú, son sólo idiotas.- dijo rojo del enojo el chico.
-¡Esto no se va a quedar así!.- gritó por último Santana, mientras Puckerman la jalaba para llevársela a la fuerza.
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Aférrate a mí. (Brittana Fanfic)
Hayran KurguExisten en el mundo cuatro naciones, las naciones del Agua, Fuego, Tierra y Aire. Estas naciones se han enfrentado en una guerra sin fin durante años, pero, dice la profecía que en el final de los tiempo sólo una nación logrará reinar victoriosa, pe...