Luna Llena
Se acerca la noche, se acerca la oscuridad. Se acerca, se acerca... esta aquí.
Es pesada en su bruma. Espeluznante y aterradora. Esa oscuridad que se oculta bajo el fino dosel, la razón por la que no escarbas de noche bajo la cama. El terror, el verdadero terror, comienza con el miedo. Pero ¿El miedo sólo es capaz de engendrar terror?
En su misterio, la bruma nebulosa a la que llamamos niebla parece brillar. Como un humo magico, con la delicada caricia de su particular luz dorada de la Luna Llena. Hechizante, te invita a seguirla. Con misterio, envolviendote hasta perderte. Guiandote en un camino sin rumbo.
Es oscura, encantadora, y sobre todo, cruel.
Esa, es una noche de Luna Llena.
♦♦♦
Se acercaba un momento importante. Un momento único, capaz de hacer hervir la sangre en el cuerpo de los jóvenes adultos con desbordante exitación. O de marchitarlos y arrancarles su espíritu.
O inclusive, de enloquecerlos.
Era tarde en la noche, pero no una noche como la que tu y yo conocemos. No, olvídate de esas noches. La Luna, nuestra única lumbrera brillante en este mundo de cabeza, yace escondida en la penumbra, dando paso al reinado pasajero de la absoluta obscuridad. La más peligrosa de todas. Faltaba un día, tan sólo uno para que la bella Luna plateada alcanzará su punto máximo en aquel firmamento púrpura, y mostrará a todos la gran belleza de la "Luna Di'Oro", una Luna Llena que se puede presenciar solamente en el mundo oscuro. Pero muy a pesar de su belleza, es de tener cuidado. Pues, cuando la Luna llegué a su punto más alto, la locura oculta en las bestias también tocará su tope y se liberará.
Maya tenía entendido que este fenómeno, como ella llamaba ocurría cada tres meses aquí en el campus. Mientras que en el Valle, allá en la montaña, compartían la misma lumbrera nocturna con los humanos, en el mundo oscuro disfrutaban de la luz dorada cargada de magia tres días cada trimestre. Esta Luna no era como ninguna que ella antes hubiera tenido el placer de conocer, era ruda, duradera, y ante todo, el peor enemigo de las ninfas.
Esa mañana, Maya salió de los dormitorios de las chicas apresurada. Se le había hecho tarde y las clases ya deberían haber dado inicio.
Corrió a lo largo y ancho del campus, buscando a su grupo. Su cabecita vendida latía fuertemente, como si un pedazo de cristal apuñalara con fuerza su lóbulo occipital con cada respiración. Incluso las articulaciones en sus rodillas chirriaban dentro de sí, al igual que viejos tablones de madera.
Se sentía horrible.
Fue en ese momento de presunta debilidad, cuando una desconocida figura chocó contra ella.
ㅡ¡...!ㅡsin emitir sonido alguno, vio a la muchacha con cuernos parada frente a ella. Un demonio.
ㅡMejor fíjate por donde vas, momia.ㅡ la mujercita voluptuosa tomo su muñeca y la apretó con todo lo que tenía, intentando dañarla.
Era una demonio, una cría mimada y caprichosa. En cualquier otra instancia Maya la habría ignorado. Después de todo, creía firmemente que monstruos como estos no merecían ni tan siquiera una sola mirada suya.
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Ephemeral: Crueldad.
FanfictionLas ninfas, una raza detestada por el resto, despreciada, ultrajada; huyendo del horrible mundo que las había destituido llegaron al límite entre el mundo oscuro y el humano. Pero después de milenios se dio por fin la oportunidad, una llegada inespe...