s e v e n

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Advertencia: Mención de bestialidad (sexo con animales/criaturas). Narración explícita de sexo con menores en edades cuestionables.

ʜᴏᴡ ʙʟᴇѕѕᴇᴅ ɪѕ ᴛʜᴇ ғʟᴇѕʜ ᴛʜᴀᴛ ʙʀᴇᴀᴋѕ°


El que James siguiera llegando todos los días que acompañaron las vacaciones de navidad fue dentro de todo, al menos un poco sorpresivo.

Inquieto como sólo un crío podía serlo permanecía sentado un tiempo limitado, moviendo sus pies que colgaban gracias a la altura del mueble, jugando a disparar con su varita a las pequeñas arañas que rondaban el sitio por el abandono, yendo de un lado a otro, dando vueltas a su alrededor e inclinándose sobre su hombro, respirando sobre su cuello hasta que lograba un proeza que no le reconocería en voz alta, ponerlo nervioso.

-Te echaré si no te quedas quieto— Recordó haber reprendido; un accidente era más que suficiente y yahabía tenido el primero al fracturar una de las raíces.

-Me aburro — Resolvió sin interés, alzando sus hombros mientras se acomodaba las gafas; aquella simpleza con la que se lucía en momentos en los que no lo estaba planeando eran los que más le reconocía —. Al menos déjame ayudarte.

Y cuando discutieron por lo desastroso que era Potter en pociones acabó receloso tras una de las esquinas, casi escondiéndose para que no lo viera y por supuesto, dándole la espalda.

Como un crío, rectificó.

-No necesitas ser bueno en todo, James — Se encontró intentando consolar el pobre ego herido, la voz intencionadamente más suave y dulce —. He oído, ¿Sabes?. Escuché que eres excepcionalmente bueno con el hechizo Patronus... ¿Es así?.

James no respondió de inmediato pero gracias al profundo eco logró escuchar el murmullo del hechizo.

La vista grácil del ciervo corriendo con emoción por la sala le hizo sonreír. Como un espectro de  brillante luz blanca iluminaba ahí donde iba, llegando por fin sobre su mesa, moviendo sus astas con una chulería propia que sólo había visto en el dueño.

-Es imponente — Admitió y vio por fin el rostro asomado de el dueño, intentando ocultar una sonrisa.

Severus extendió su mano. El patronus iluminaba las puntas ennegrecidas de sus dedos mientras se hundía un poco al emular una caricia en el costado de su cuello. El animal correteo con emoción a su alrededor, intentando embestirlo con las astas.

-Ven aquí, te mostraré algo — Murmuró, James dudó un momento antes de ponerse de pie de un salto, avanzando con una de sus manos dentro de los bolsillos, una pose tranquilamente ensayada.

Cuando el chico estuvo frente a él sacó su propia varita, conjurando con un estilizado movimiento un hechizo que convirtió uno de los olvidados y tubos de ensayo en un cuervo.

El ciervo, mucho más interesado en lo que podría interpretarse como una figura afín comenzó a intentar alcanzar al animal, siendo insistente ahí donde giraba de improvisto y el se iba por accidente tras las paredes, volviendo siempre con rapidez y creciente entusiasmo.
El espectáculo frenó cuando el cuervo se dejó alcanzar de buena voluntad, parándose con gracia sobre un mueble, dejando que él siervo le rozara las astas, intentando picotearlas en un jugueteo sin maldad.

Youngblood || James & SeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora