t e n

1.8K 77 29
                                    

Gotta be a part of your soul and your heart all the time
I'm just half alive in my struggle to survive without you
You belong to me, that's the way it will, be wrong or right
You are my way of life, the only way I know.

Severus había vuelto a la enfermería.

Había hecho demasiado ruido al entrar, supuso. Con pasos apresurados pese a su arrastre y tropiezo. Madame Pomfrey salió de la pequeña oficina con un regaño en la punta de la lengua pero, al verlo y reparar en el aspecto agobiado de sus facciones pálidas hasta un punto espectral cambió rápidamente a una mueca afligida y cansada. Indicándole que se subiera con rapidez a una camilla cercana.

Era difícil concentrarse en los nubarrones de memoria imprecisa que aquella noche había tenido. El recuerdo empañado de la mujer ahogando un jadeo asustado al ver el torrente visceral de sangre espesa escapando de su cuello, la forma en la que lo había sostenido contra su voluntad para apretar el corte hasta qué, para bien ó para mal, Dumbledore había aparecido.

Todo fue menos angustiante desde ahí, había sido fácil aferrarse a la ira desmedida que James había iniciado con el viejo mago rondando a su alrededor en una tranquilidad práctica.
Él mismo no se había tomado el tiempo de ver la herida, deteniéndose sólo para limpiar el desastre sanginoliento en el que había convertido su cama y parte del suelo de piedra en los dormitorios.

Aunque, ciertamente, el grito ahogado de la mujer y la rapidez con la que le apretó el corte con su palma era bastante revelador.

Él intentó quitarse de encima el  impulso de vergüenza vertiginosa, repentina incomodidad ante la discordante actitud que había mostrado en la fiesta y la pragmática calma cuando se deslizó temprano en la mañana hacia los dormitorios, agradeciendo que en aquella ocasión la mujer no intentara frenarlo.
Contra parte con la otra persona que lo había atendido en una situación parecida.
Pensó con aburrimiento en el ánimo errático y nervioso que había sentido ante la idea de que ella podría desmayarse cuando en lugar de palabras lo que escapó de su boca fue un gorgojeo que salpicó de sangre su barbilla.

No realmente interesado, observó su reflejo agotado en el espejo de los baños dentro de Slytherin. Él reflejo que le devolvía la mirada era ajeno y familiar en partes desiguales. Había pasado un tiempo desde la época en la que no podía resistir el mantener la mirada en cualquier objeto que le devolviera el reflejo aberrante de lo que era. La mirada enfermiza, herida dentro de la furia que lo mantenía con vida que se encontraba siempre le había enfermado.

«El que lucha con monstruos debe tener cuidado para no resultar él un monstruo. Y si mucho miras a un abismo, el abismo concluirá por mirar dentro de ti.» Había leído en algún libro viejo que su padre dejó a su alcance. Severus aprendió  aquello en una edad temprana, viviendo un simple pasaje de filosofía barata como un terror agonizante; los ojos cansados y de esclerótica amarillenta siempre habían sido una burla, la criatura miserable y fácil de abusar con la que se encontraba en cada reflejo era el cuerpo en el que se había visto obligado a encerrarse; la nariz ganchuda, el cabello descuidado, la espalda atrofiada por una mala postura constante a lo largo de los años, la piel cetrina, las líneas de expresión por el cansancio.

Youngblood || James & SeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora