13- Sobrina

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La noche estaba de lo más hermosa.

¿Hermosa?

Claro que sí, pues las hormonas de Taehyung estaban saltando, como pipocas.

Por eso desde que probo los labios de Jungkook no los soltó más, debía tener más.

Las manos de Jungkook no se quedaron atrás, pues estaba muy emocionado tocando todo el cuerpo de Taehyung, cada parte de esta.

Siendo sus nalgas su parte favorita, algo tan único para ellos.

- Sácate la polera. - Jungkook susurro en los labios de Taehyung, quería tocar su pecho, tenía tantas ganas.

- Si. - Jungkook sonrió y empezó a despojarse de su polera, había querido entrar desnudo a la piscina, pero no pudo, se retuvo al imaginar estar desnudo con Jungkook. Pero ahora estaba ahí, desnudo y dejando que Jungkook lo toque como quiera.

La polera de Taehyung desapareció y Jungkook no perdió más tiempo disfruto cada momento con él, cada toque, todo era algo hermoso.

Estaban a nada de llegar más allá, de darse mucho más amor, ese del bueno. Pero todo lo bueno tiene su fin.

- Joven Taehyung. - El guardia de seguridad llego con una linterna, la cual alumbraba mucho.

Ambos fueron descubiertos en un acto muy sensual, algo muy íntimo.

- ¿Si que paso? - Taehyung se ocultó detrás de Jungkook avergonzado, debido a su embarazo le había crecido sus pechos y le daba vergüenza, ni siquiera sabe cómo hizo para mostrarse a Jungkook.

- Su abuela llamo y me indico que le informara que su madre está muy mal, tiene un colapso ahora mismo y necesita de su ayuda. - Taehyung se sorprendió al oír el nombre de su madre, no espero imaginarse eso.

- Puedes irte. - Jungkook hablo fuerte para que él guardia lo oyera. - Supongo que aquí acabo nuestra cita. - Jungkook soltó una risa nasal, estaba avergonzado.

- Lo siento, pero debe ser muy importante. - Jungkook se acercó a Taehyung y beso una última vez sus labios.

- Mañana debemos ir al médico, te vendré a recoger y de ahí te llevare a comer todo lo que quieras. - Taehyung sonrió y su mirada se ilumino al imaginar aquello.

- Te estaré esperando. - Jungkook sonrió y ayudo a Taehyung a salir de la piscina, su vientre ya estaba más grande, debía cuidarlo más.

- Te quiero Jungkook. - Taehyung lo había dicho, había dicho sus sentimientos.

Seguía desnudo, pero su confesión lo avergonzó tanto que no sentía el viento soplando.

Jungkook le dedico su sonrisa mas sincera, tomo su camisa y se acercó a Taehyung. Le puso su camisa, y le pareció tierna el como la camisa le queda grande a Taehyung.

- Vamos te llevo a tu casa mi querido Taehyung. - Jungkook beso la mejilla de Taehyung.

Taehyung no tuvo la respuesta que esperaba, pero con aquel querido que dijo Jungkook, le bastaba.

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El fuerte olor bebida estaba por todo el lugar, era algo desagradable, pero ella no tenia de otra, estaba aterrada.

Lisa no sabía por dónde escapar.

- Eres una débil, tú hermana es más fuerte. - Sándara caminaba por todo su departamento enojada con su hija.

- Siéntate, que, si viene alguien y te ve, todo estará más jodido. - Lisa se sirvió mas vino, estaba muy nerviosa y solo el vino la calmaba. - Aun me respetan al ver que tengo una madre paralitica. - Sandara rodo los ojos y empezó a caminar por todo el lugar, Nadia la iba a ver.

- Debes estar más fuerte, Tzuyu esta despierta, no tenemos de otra, debemos actuar rápido, llevarla a otro país, quizá Paris, el polo norte, yo que sé. - Sandara debía pensar rápido.

- Mamá ella pregunto por su hija. - Lisa estaba más dolida por eso, lo había jodido ahí.

- Es una niña estúpida, está bien donde está. -

- MAMA! - Lisa se levantó molesta tirando todas las botellas de vino. - Le jodimos la vida a esa niña, es esa niña la que debería estar disfrutando todo el regalo, todas estas cosas, es su derecho y nosotras se lo quitamos. - Lisa lloro al imaginar todo por lo que está pasando la niña.

Su sobrina.

- Esa niña no existe. - Sándara está perdiendo la paciencia.

- Pero si lo hace, esa niña existe y está viva, esta con unos padres, alcohólicos y drogadictos, viviendo en la peor miseria, cuando debería estar aquí teniendo todos los lujos. - Lisa jalo sus cabellos enojada. - Somos unas malditas hijas de puta, unas egoístas, le jodimos la vida a una niña. -

La cacheta que le dio Sandara a su hija, fue tan fuerte como para que la mejilla de Lisa estuviera roja.

- Basta. - Sándara estaba más molesta.

- Basta, si mamá basta. - Lisa tomo su móvil y observo a su madre con los ojos llorosos. - Voy a llamar a Jungkook y decirle toda la verdad, así al fin estaremos bien, porque seamos sinceras nada está saliendo bien. - Sandara se asustó mucho al ver como Lisa marcaba.

- ¿Cómo de que no? - Sandara se acercó de manera lenta a su hija. - Todo está saliendo muy bien hija. -

- Mamá Jungkook se está enamorando de Taehyung, tendrán un hijo, y él está más que feliz. - Sandara sabía muy bien aquello, pero no podía ir a la cárcel, no podía.

- Para nada, cuando Taehyung tenga a su hijo, tú estarás ahí y serás aquella madre ideal, estarás ahí y Jungkook volverá a ti. - Sandara debía jugar todas sus cartas. - Hija ya llegamos hasta aquí, tú siempre estuviste enamorada de Jungkook, siempre estabas ahí, para él, pero te cambio por tú hermana. Tzuyu es la mala, esta recibiendo todo lo malo que hizo, se lo merece, tú tienes a Jungkook ahora, no lo pierdas, lucha. -

Lisa razono aquello y poco a poco entendió un poco más lo que su madre le dijo, tenía razón.

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Los cabellos castaños de aquella niña hermosa se agitaban por el viento que había, jugaba inocente entre aquellas flores.

Estaba feliz, por un momento estaba feliz.

- Niña vamos a trabajar! - La hermosa niña asintió y dejo las flores en su lugar corriendo rápido a lavar la ropa que aún le faltaba.

Debía ayudar a sus papás a que sean felices, porque si ellos no eran felices ella pagaba su infelicidad.

Virgen Embarazado KooKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora