03 - SHOCK
Los últimos dos días fueron un caos, mi hermano y yo hablamos con papá, fue cosa de segundos para que termináramos llorando. Pero nos confirmó lo que el doctor Austin nos había dicho, su vida estaba en la recta final.
Cristian y yo estábamos considerando turnarnos para ir al instituto y no dejar solo a nuestro padre, él había dejado el trabajo después de salir del hospital.
Su aspecto era demasiado bueno para darte cuenta de su enfermedad, no estábamos por completo conscientes de que sus horas a nuestro lado estaban contadas, pero tratábamos de parecer tranquilos para aprovechar cada minuto.
Lo veo hablar por teléfono, su perfil siendo iluminado por la luz que entra por las ventanas. Es difícil asimilar que pronto dejare de verlo.
Mi hermano está preparando la cena —espero que no nos intoxique—, mientras yo estoy sentada en el piso junto a la pequeña oficina de trabajo, reviso cada espacio del librero, buscando las pocas fotografías que tenemos. Espero que Cristian no haya destruido todas.
En el fondo de uno de los empolvados espacios encuentro una caja, es muy pequeña, su color original debió ser blanco, pero parece que el tiempo y el lugar le ha agregado algunas manchas amarillosas.
La limpio con mi mano y el polvo que desprende me hace querer estornudar, volteo para asegurarme que mi padre siga ocupado con esa llamada tan importante. Me pidió que encontrara la caja y se la entregara, pero que no fuera metiche y no la abriera porque era una sorpresa.
Desde pequeña tengo la facilidad para encontrar mis regalos antes de tiempo, pero no era mi culpa que su escondite fuera detrás del sillón. Por lo que, pedirme buscar un próximo regalo no fue su mejor idea.
Él está revisando unos papeles que hay sobre la mesa, me está dando la espalda y Cris sigue en la cocina, ahora con un vaso de vidrio en la mano, sirviendo lo que supongo que es jugo de uva.
Abro la caja rápidamente, esperando que nadie me vea, esperaba encontrar a mí y a mi hermano de pequeños, corriendo por la casa o llorando tal vez. Pero no, la primera fotografía con la que me encuentro pensé que ya no existía.
La veo por primera vez, en sus brazos tiene a Cristian, mi padre está a su derecha, conmigo recargada a su pecho, no debo tener más de tres meses, y mi hermano poco más de un año.
Paso mi atención a ella de nuevo, su sonrisa se ve forzada, tiene puesto un suéter rojo y unos pantalones sueltos, el cabello atado en un moño alto. Siento mi pulso acelerarse y cierro la caja con fuerza.
Limpio las lágrimas que comienzan a caer con el dorso de mi mano, no estoy dispuesta a dedicarle más de mí, y aún más importante, que mi padre no me vea llorar porque sería bastante claro que he visto la fotografía.
Resulta que Cris no es malo cocinando, debo decir que su emplatado me sorprendió, eso lo aprendió viendo programas de televisión sobre cocina.
—Tengo algo que decirles —las palabras de mi padre hacen que pare un segundo y comparta una mirada con mi hermano.
—Dilo —le pide.
Agacha la mirada, juguetea el pollo con su tenedor como un niño pequeño, este hombre nunca ha sido cosa fácil cuando se trata de platicas, es muy reservado con sus palabras, mide todo lo que sale de su boca para no soltar algo que llegue a lastimar a cualquiera.
![](https://img.wattpad.com/cover/276179840-288-k245699.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Desde Cero
Teen FictionEN PAUSA Estabilidad, es la cuerda por la que he caminado difícilmente desde el comienzo, y hasta hace poco podría jurar que todo a mi alrededor me brindaba seguridad. Perdí todo lo que alguna vez pude tener, y esa cuerda por la que caminaba fue cor...